En una inspección de rutina por la laguna San Gregorio, aguas de Xochimilco, se encontraron miles de peces muertos. Según las autoridades de la zona patrimonial, se trata de dos toneladas de tilapia, especie invasora no apta para consumo humano. Por ahora la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) investigan las causas.
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El acontecimiento enciende una alarma en el frágil ecosistema de Xochimilco. Como resultado de la evaluación visual, se considera que el evento fue provocado por agua contaminada; en ocasiones la laguna es utilizada como vaso regulador por el Sistema de Aguas, para evitar inundaciones en la ciudad.
En este caso el efecto recae en la tilapia africana, especie responsable del desequilibrio en las aguas de Xochimilco — relacionada con la casi desaparición de los ajolotes —. Hasta el momento no se ha dado a conocer si alguna otra especie resultó afectada por la supuesta contaminación; un dato preocupante precisamente por aquellos ejemplares que habitan en la zona y se encuentran en el plan de conservación.
Mientras que la Procuraduría Ambiental realiza su trabajo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hace sus propias investigaciones para determinar si el incidente fue por causas naturales o hubo intervención del hombre. Se harán autopsias, análisis de la calidad de agua; buscando en especial rastros de químicos contaminantes.
Una muerte masiva de esta magnitud puede ser el principio de una catástrofe. En la zona se planteaba la posibilidad de sacar a la tilapia de las aguas de Xochimilco, de manera manual. Ahora los peces aparecen muertos, sin saber exactamente las razones. Por el momento la especie invasora está controlada, pero ¿qué ocurre con la fauna local?, ¿también pueden resultar afectadas por la contaminación?
Esperemos los resultados pronto, para que se apliquen las acciones necesarias. Especialmente, para asegurar la existencia de nuestros queridos ajolotes.
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