Mientras estudiaba en la Escuela de Diseño de Rhode Island (RISD, por sus siglas en inglés), un joven preocupado por el desabasto de agua en la ciudad de México crea un nuevo concepto. Con la colaboración de un amigo, trazaron un proyecto sustentable para apoyar a las personas de bajos recursos; a esas familias que se quedan varios días o semanas sin agua en sus hogares. Así Enrique Lomnitz comienza los primeros pasos de un sueño que hoy es una realidad.
Isla Urbana es un proyecto del Instituto Internacional de Recursos Renovables, AC, y Fundación Temo. Su objetivo principal es dar una solución al problema de agua que se vive en México, desarrollando un modelo de abasto de agua sustentable. Su trabajo comenzó en 2009, sólo con dos personas, invirtiendo con el dinero de sus bolsillos. Ahora cuentan con un grupo multidisciplinario, entre diseñadores, urbanistas, ingenieros y artistas; ofrecen microcréditos y aprovechan el agua de lluvia, misma que tiende a inundar la ciudad.
En 4 años de trabajo, Isla Urbana ha logrado instalar 1,151 sistemas de captación de agua, ayudando con ello a 12,862 personas. En total se han recolectado cerca de 54,400,000 litros de agua de lluvia.
En sus años de estudio en el extranjero, Lomnitz consideró este problema puntual que enfrenta la ciudad de México. Se calcula que un 70% del agua que se utiliza en el valle de México viene de mantos acuíferos, que actualmente están sobre-explotados — como dice él mismo, estresados —. Por otro lado, cada temporada de lluvias la entidad enfrenta un grave problema de inundaciones; bloqueando arterias importantes y, además, afectando los hogares de cientos de habitantes.
La solución más lógica: aprovechar el agua de lluvia, por medio de un sistema de captación y filtros para que pueda ser utilizada en las actividades cotidianas. El mismo Lomnitz, en un inicio, pensó que nunca vería su proyecto andar y, ahora, beneficia a las familias en el Ajusco medio, en Tlalpan. Un joven comprometido con su país, con el apoyo al prójimo y al medio ambiente.
Link: MIT Tecnology Review
Foto: Dominio público
