La situación ambiental que se vive en la ciudad de México y Área Metropolitana pide a gritos que se tomen acciones puntuales para revertir sus efectos. Asociaciones civiles se han visto a la tarea de hacerlo saber a las autoridades, y de formas bastante creativas; como la manifestación de zombis por la calidad del aire. Habrá sido la amenaza de muertos vivientes o la genuina preocupación del gobierno, el tema es que se ha dado un primer paso con el propósito de atender los problemas en la materia.
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El presidente de la Enrique Peña Nieto presentó la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAM). Este organismo será encargado de vigilar temas ambientales en un área que considera la ciudad de México y sus vecinos, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala. En este territorio vive un 50% de la población nacional, que resultará beneficiada por los futuros programas que surjan a partir de esta comisión, dirigida por Francisco Barnés Regueiro.
Según Peña Nieto, CAM nace con el objetivo de tener ciudades sustentables en México, lo que sería su objetivo último. Se encargará de tratar temas puntuales y urgentes, con los que se batallan día a día: mejorar la calidad del aire — entre las acciones se busca estandarizar la verificación vehicular —; impulsar las alternativas de transporte verde; promover el desarrollo sustentable; estrategias para el tratamiento de aguas residuales; combate a los incendios forestales y la economía ambiental.
A primera instancia el organismo se presenta como la solución que necesitamos. Pero, ¿estamos listos para implementarlo? Entre las fallas que existe en el gobierno — por falta de apoyo como en caso de Profepa — y la falta de compromiso entre la población — como aquellos automovilistas que se pasan a la entidad vecina para verificar —, se debe crear pautas y planes que sea a prueba de estos obstáculos. Nos falta un poco de educación ambiental, señores, que acompañen a estas acciones. Esperemos los resultados.
