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Las maravillas del agua de jamaica

Una bebida típica de los restaurantes mexicanos. Entre más natural sea su preparación, mejores serán los beneficios para nuestra salud.

Entre las aguas frescas que encuentras en un restaurante de antojitos mexicanos nunca debe faltar el agua de jamaica. Claro, cuando vez la oportunidad, pides un vaso de agua helada. Cuando la pruebas resulta te llevas la sorpresa: es más jarabe, o azúcar, que tisana. ¿Qué hemos hecho para merecer esto?

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Me encanta preparar el agua de jamaica; tal cual lo aprendí de mi casa. Preparo el concentrado, lo dejo enfriar y  guardo en un frasco de cristal, que voy utilizando cada vez que quiero disfrutar del sabor agridulce, que se obtiene cuando le agregas un toque de limón y un poco de azúcar morena. Unos hielos no vienen mal.

Entre mis exploraciones culinarias, hice un gran descubrimiento. Tiene tanta lógica que no entiendo como no se me ocurrió antes: agua de jamaica, con azúcar, una buena cantidad de jengibre recién rallado, limón y azúcar o miel. Como resultado se obtiene una deliciosa agua que aporta una gran cantidad de beneficios por los ingredientes naturales que contiene.

La flor Hibiscus sabdariffa tiene grandiosas propiedades. Refresca de manera natural, cuando se sirve fría. También existe la variante caliente, que funciona como tisana.

  1. Contiene vitamina C. Antioxidante que nos protege de radicales libres y enfermedades.
  2. Diurética. Grandiosa para purificar el cuerpo, en especial, vías urinarias.
  3. Suplemento digestivo. Mejora el proceso de digestión.
  4. Alivia cólicos menstruales.
  5. Normaliza la presión sanguínea.

Ingredientes

  1. 1/2 taza de flores secas de jamaica
  2. 4 tazas de agua para el concentrado
  3. agua fría o al tiempo
  4. jengibre rallado al gusto
  5. 1 limón
  6. azúcar morena
  7. hielo

Cómo preparar la refrescante agua de jamaica

  1. En una olla coloca las 4 tazas de agua y las flores de jamaica. Calienta hasta que llegue a hervir. Tapa la olla y deja reposar; puede ser entre 15 minutos a horas.
  2. Cuela el agua y colócala en un frasco de cristal. Cuando esté en temperatura ambiente, puedes guardarla en el refrigerador. No tires la flor; con ella puedes preparar taquitos de jamaica.
  3. Para preparar el agua, deja que el gusto sea tu guía. En una licuadora coloca una parte del concentrado, otra parte de agua — una taza y una taza —.
  4. Agrega unas gotas de limón. Jengibre rallado al gusto — en lo personal, lo tomo con extra ginger —. Azúcar al gusto. Hielo. Licúa. Antes de servir, prueba el agua. Puedes hacer ajustes hasta obtener el sabor que más sea de tu agrado. Licúa de nuevo.
  5. Sirve en un vaso con rodajas finas de limón.

Link: Otra Medicina
Foto: Yukino Miyazawa (Flickr) / (cc) by-nc-sa | Jaec (Flickr) / (cc) by-sa

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