Nuestras madres tienen razón: ¡debemos comer nuestras espinacas! A finales de 1920’s nació la excusa perfecta para promover el consumo de este rico vegetal. Entre mitos y realidades, Popeye pasó como embajador indirecto de la espinaca, aumentando su consumo en Estados Unidos. Lo que en ese momento no sabían es que la espinaca sería considerada en nuestros tiempos un súper alimento.
Sus orígenes nos llevan a Persia, donde se le conoce como esfenaj. Son los árabes quienes comienzan su cultivo y, en el siglo XI, la llevan a España; para el siglo XV se encuentra en toda Europa. En Estados Unidos su apogeo llega con la caricatura animada, favoreciendo a la población que padecía anemia por esa época.
Actualmente con la variedad de hábitos alimenticios, entre vegetarianos, veganos y crudiveganos, se encontró en la espinaca una excelente fuente de proteínas y hierro; elementos que se deben buscar para llevar una dieta balanceada en la ausencia de carne. Gracias a esto, a sus propiedades y versatilidad, se le considera una súper comida.
- Alto contenido de proteína. Entre los vegetales, la espinaca es la que posee mayor cantidad de proteína con un 49%; le sigue la col rizada (kale) y el brócoli con 45%.
- Rica fuente de vitamina A, carotenos que nuestro organismo almacena en forma de esta importante vitamina.
- Alto en vitamina K, sólo después de la coliflor; importante para la coagulación de la sangre.
- Excelente fuente de ácido fólico, importante en especial para mujeres embarazadas y lactantes.
- Contiene minerales como magnesio, hierro, potasio y manganeso.
- Buena fuente de fibra y ácidos grasos Omega 3.
Por sus propiedades, la espinaca ofrece beneficios importantes a nuestro organismo. Es un poderoso antioxidante, que actúa a través del torrente sanguíneo. Favorece el transporte de oxígeno en la sangre y su llegada a los músculos; por esto mismo incrementa la fuerza muscular -así es, Popeye no estaba tan perdido después de todo-.
Por su rico contenido de fibra, promueve un buen tránsito intestinal; a la vez, da la sensación de saciedad. El consumo de espinaca brinda energía y vitalidad, fortaleciendo nuestro cuerpo desde nivel celular. Mejora la visión, en especial, a baja luminosidad; asimismo protege a los ojos del desarrollo de cataratas.
La espinaca nos regala la prevención de enfermedades. Por las cantidades importantes de vitamina A y C, reduce el daño de los radicales libres. Mantiene la presión arterial balanceada, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares; también previene la arterosclerosis. Es un poderoso desintoxicante; podemos aprovechar los licuados para limpiar nuestro organismo de metales pesados.
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