Uruguay se ha convertido en el primer país en América Latina en optar por la legalización de la marihuana. De acuerdo con un proyecto de ley aprobado por los diputados de dicha nación, el Estado asumirá el control en la producción del cannabis, además de que permitirá que la gente lo cultive de manera autónoma y permitirá que se comercialice en las farmacias para uso recreativo. La legalización aún no es un hecho -pues el proyecto aún debe ser aprobado por el Senado uruguayo y que se elabore el reglamento correspondiente- pero la aprobación del Congreso es un paso importante haca ella.
La decisión no ha caído bien a los ojos de la Organización de las Naciones Unidas, que ha criticado al presidente José Mujica por la decisión, ya que contraviene los tratados internacionales suscritos por Uruguay. Mujica ha sido un impulsor de medidas progresistas durante su gestión, como la despenalización del aborto o el matrimonio entre parejas del mismo sexo; aunque en su momento frenó la iniciativa tener una desaprobación social de 63% según las encuestas.
El gobierno de Uruguay estima que 5.5% de la población (180 mil personas) son consumidores de cannabis. El proyecto de ley permitirá al Estado producir y otorgar licencias a empresas para el cultivo y comercialización de la marihuana. La ley también contempla que cada productor autónomo podrá tener hasta seis plantas; se podrán crear clubes de no más de 45 miembros y 99 plantas. Para el consumo personal, se deberá acreditar la mayoría de edad y la residencia en el país, para obtener hasta 40 gramos mensuales en farmacias.
De a poco, la legalización del cannabis ha ido ganando espacios. En Estados Unidos, estados como Colorado, Washington y Seattle han aprobado su uso recreativo; en tanto que en Chile, un fallo ha reabierto la puerta para legalizar el autocultivo, después de ser rechazada la moción en abril de 2013.
Uruguay sienta un precedente importante en América Latina, donde la discusión ha avanzado lentamente. Por ejemplo, el tema se debatió en la Organización de Estados Americanos, en una cumbre en Antigua y Barbuda este año. En México, por ejemplo, el portavoz principal de la iniciativa es el ex presidente Vicente Fox, quien desde 2010 aboga por la legalización de las drogas (no sólo de la marihuana) y ha instado a otros mandatarios de la región a optar por esta alternativa.
La respuesta de la ONU al proyecto de ley uruguayo deja ver que habrá oposición por parte de la comunidad internacional para la legalización de la marihuana. Existen varios estudios que avalan -con evidencia científica- la decisión, como que el humo producido por el cannabis es menos dañino que el del tabaco o las propiedades medicinales de la planta. El paso del tiempo nos dirá si la ley en Uruguay sirve para impulsar medidas similares en otras naciones de América Latina o si se trata de un esfuerzo único en su tipo.
Fuente: Uruguay rompe un tabú en la lucha contra el tráfico de drogas (El País)