En México existe un grave problema de deforestación, gracias a la explotación de los recursos naturales, de nuestros bosques. De acuerdo con Greenpeace México, la perdida de bosques se ha acelerado en los últimos años. Por ejemplo, la Reserva de la Biósfera de los Tuxtlas, en Veracruz, ha sido destruido en un 90%. Ante este escenario existen grupos que plantean alternativas, como el bambú.
En México se calcula que existen 1,200 hectáreas cultivadas de bambú. Estos cultivos generan, aproximadamente, 4 mil empleos directos y otros 26 mil indirectos. Se ha apostado por esta planta ante las crisis agrarias, pues es un cultivo fácil de mantener y muy noble. Además es un producto muy versátil del que puedes producir desde palillos hasta cerveza.
Se calcula que en las próximas décadas el bambú sustituirá la madera a otros niveles. Será empleada en la construcción, en la fabricación de muebles, hasta en accesorios útiles para la vida diaria. De acuerdo a la Coordinadora Nacional de las Fundaciones Produce (Cofupro),
Desde hace más de una década, Estados Unidos y Canadá buscan alternativas para la construcción de casas debido a la deforestación de bosques y cierre de aserraderos
Esto no está alejado a ser real, pues actualmente contamos con un caso de éxito, en la cierra norte de Puebla. El caso de la cooperativa Tosepan Titataniske, que han logrado aprovechar los recursos del bosque — con producción de café y frutos de la localidad —, en simultáneo con el cultivo y la producción de bambú. En su comunidad ofrecen ecoturismo alternativo, con construcción y muebles hechos a base de esta planta.
El bambú es una planta originaria de Asia; se produce principalmente en China e India. Ahora México y América Latina tiene la oportunidad de desarrollar una industria, rescatando el conocimiento que existe sobre la planta y sus múltiples beneficios. Como adaptar su producción a un sistema sustentable.
En México cada planta produce de 10 a 20 tallos al año, cada uno de 25 metros de altura. Esto se mantiene durante 60 años sin necesidad de volver a sembrarlo. Se trata de un proceso rápido en comparación a otros árboles como la caoba, que tarda entre 25 y 40 años comenzar a producir. El bambú sólo tarda 5 años.
Como hemos platicado en este espacio, el bambú se puede utilizar de diversas formas: bicicletas ligeras y ecológicas; anteojos a la moda; secadores de ropa; parlantes para celulares. Eso sin mencionar textiles, papel, hasta cerveza artesanal.
Eso no esto todo, el bambú capta un 40 % más de bióxido de carbono en los primeros tres años; esto comparado con la captación de CO2 que hacen los pinos y eucaliptos en el plazo de una década. También tenemos un gran beneficio al balance ecológico en nuestro país.
México cuenta con las características apropiadas para la producción de bambú. Existe la posibilidad de que se vuelva exportador de este material, principalmente para Estados Unidos. ¿Esto nos beneficia? Sin duda sería bueno a nivel económico, generaría empleos e ingresos… pero ¿bajo que costo?
Dada a las bondades de esta planta de los mil usos puede justificar su producción, sin embargo, habrá que tener cuidado de no exceder los límites de la naturaleza, que no se trate de una producción masiva e invasiva. Se debe contar con un plan o un programa en el que haya una ecoagricultura, donde se pueda producir sin dañar lo poco que nos queda de bosques.
Links:
Fuente: México sustituirá madera por bambú en la próxima década (Planeta Azul)