Yo no siempre fui deslactosada. Por mucho tiempo tomé y disfruté mucho de la leche. Comencé a tomar leche de soya casi por casualidad, pero no dejé la leche en ese tiempo. Aunque en realidad la que proviene de este particular grano me parecía deliciosa y dos litros no me duraban más de tres días. Resultaba caro, ya que yo me encontraba en mi etapa de estudiante que está lejos de casa y batalla con cada centavo.
Sucedió que, el año pasado estuve tres meses sin tomar leche de vaca, y repartía mis antojos lactosos normales entre la leche de soya y la de almendra. Fue un descanso para mi estómago, que al parecer se acostumbró a estas delicias nutritivas y de un día para otro, volver a la leche normal me era muy difícil. Tan difícil, que el hecho de acompañar mi café matutino con ella convertía el resto de mi día en un martirio.
Antes, solía creer que la gente “intolerante a la lactosa” se ponía muy pesada por una mera cuestión de un poco de incomodidad. Ahora que estoy del otro lado, me doy cuenta que no es así. En verdad nos es difícil consumir leche “normal”. Y digo “normal”, porque en realidad no hay ningún otro animal de la naturaleza que consuma este líquido después de pasar cierta edad. Además de que lo consumen de su madre, no de otro animal. Y aunque la leche sea orgánica, estamos recibiendo hormonas que vienen de la vaca.
Así que ahí tienen algunos puntos para pensar tres veces antes de elegir la leche de vaca a la hora de comprar. Puede que muchos aquí digan que se necesita la leche por sus nutrientes. No se los voy a debatir, en realidad la dejé porque mi cuerpo se siente mucho mejor así, y a veces es mejor escuchar atentamente al cuerpo que a lo que nos dice la publicidad.
Ahora, si me siguen hasta aquí y han decidido aventurarse, seguro se preguntan qué leche vegetal es la mejor, qué nutrimentos puede tener y cuál es la de mejor precio. En todos estos sentidos, el mercado de las leches vegetales ha crecido muchísimo, pero abordaremos las más comunes primero para que no haya pierde y entonces ustedes decidirán.
Leche de soya
En su estado natural es buena, pero es especialmente deliciosa la que está combinada con vainilla, aunque ojo, tiene más azúcar. Como ha tomado popularidad últimamente, ya hay varias marcas que la producen y sus precios varían mucho. Puede costar entre un 50 y 70% más que la leche de vaca, pero lo
Baja en grasa, no contiene colesterol, alto contenido proteínico. Si consumes la que está fortificada, además tendrás suficiente vitamina B12 y calcio.
Como un plus, si tienes la paciencia suficiente, la puedes preparar en casa.
Leche de almendras
Su sabor y su textura son diferentes, pero las propiedades de esta nuez le dan sus características lechosas. Es reconocida como una de las mejores bebidas de este tipo por ser buena para el corazón, así como también es muy alta en antioxidantes. Aunque hay que aclarar, es una de las opciones más costosas en tetrapack.
Comparada con la de soya o arroz, su contenido de nutrientes es mucho más concentrado. También se puede preparar en casa.
Leche de coco
De las que venden ya listas en tetrapack, es de las opciones más baratas y que además agregan muchísimo sabor a tus licuados. Tiene bastante magnesio como para relajarte, además de que es baja en grasa y ayuda a tu presión arterial. También ayuda para quitar el maquillaje y tener un cabello muy lindo (también intenten con el aceite de coco).
Leche de arroz
Esta es la única opción que no he probado. Es una opción muy dulce y un poco cara, para ser la que tiene una menor cantidad de nutrientes. En tetrapack la encuentras fortificada, sin embargo comparando en precios, está casi al mismo nivel con la de la leche de almendras. Y sus beneficios no le vienen de manera tan natural como la segunda. Es buena opción para los que buscan algo más dulce.
Foto: Lan