Insisto, un licuado es la mejor manera de empezar el día. Pero a la hora de experimentar, es un poco complejo encontrar las combinaciones perfectas. Mi combinación ideal en invierno es sencillísima: manzana, miel y leche de soya. No me gusta que la textura del licuado sea demasiado espesa. Pero ese es mi particular gusto, digo, a final de cuentas si después del licuado no vas a comer algo hasta el medio día, en definitiva que requieres de algo más.
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Ahora que es verano, de este lado del hemisferio, he experimentado con nuevos sabores, pero ninguno tan delicioso como combinar mango y moras azules: las reinas de los antioxidantes. También es genial poder combinar el sabor de las alternativas lácteas. No sabe igual un licuado combinado con leche de soya, o de coco o de almendra. Todas le dan un sabor diferente, lo siento amantes de los lácteos, la leche normal no les da esa posibilidad. Y es genial que todos los ingredientes se complementen. Como ocurre en este licuado, y les pasaré el tip, porque además, como plus, desde que lo tomo me veo menos ojerosa (¡Benditas moras azules!)
Tiempo de elaboración | 5 minutos
Dificultad | Fácil
Personas | 1
Ingredientes
- Medio mango en cuadritos
- 1 puñado de moras azules
- 1 cucharada de miel, natural de preferencia
- 1 taza de leche de soya
Cómo hacer licuado de mango y moras azules
Ya conocen la mecánica de los licuados: pongan todo a licuar hasta que la mezcla tenga una consistencia uniforme. Si les gusta el licuado más o menos espeso, agreguen más leche de soya.
Es una manera genial de comenzar el día con el pie derecho. Muchos antioxidantes deliciosos, y además, un licuado de color morado. ¿Apoco no es genial?