En los postres, tengo un lema: Panna Cotta no, porque me enamoro. Ya, hablando en serio, este es un postre impresionante. Tan simple y suave, de sabor y textura que se puede combinar de una manera muy sofisticada con algo como frutos rojos, como es este caso. Los sabores delicados de las moras con el sabor discreto de la Panna Cotta hacen una combinación que seguro será un éxito. Para mí, por lo pronto, es una razón para regresar a Cent’anni, donde ha conquistado mi corazón.
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Tiempo de elaboración | 4 horas
Dificultad | Fácil
Personas | 8
Ingredientes
- 4 tazas (1 litro) de crema de leche (o mitad y mitad)
- 1/2 taza (100 g) de azúcar
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 2 Ml Aceite
- 1/2 taza (100 g) de azúcar
- 2 paquetes de gelatina en polvo (aproximadamente 4 1/2 cucharaditas)
- 6 cucharadas (90 ml) de agua fría
Cómo hacer una Panna Cotta
Calienta la crema de leche y el azúcar en una olla. Una vez que el azúcar se disuelva, retira del fuego y añade el extracto de vainilla.Engrasa ligeramente ocho tazas (o recipientes de gelatina) con un aceite de sabor neutro.
Aparte, espolvorea la gelatina sobre el agua fría en un tazón mediano y deja reposar de 5 a 10 minutos.
Vierte la mezcla caliente de la crema sobre la gelatina y revuelve hasta que la gelatina se disuelva completamente.
Divide la mezcla en los recipientes listos, y deja enfriar hasta que esté firme, entre dos y cuatro horas.
Cuando haya pasado el tiempo, pasa un cuchillo al borde de cada Panna Cotta y voltea los recipientes para que se despegue. Decora y sirve a tu gusto.
Yo les recomiendo hacer una salsa de moras, pero dejaremos esa receta para después. Mientras tanto, si no quieren esperar tanto pero quieren probar una Panna Cotta de primera, no dejen de darse la vuelta por Cent’anni.
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