La salsa bechamel, la alemana, la blanca y la velouté, son las salsas madres dentro del mundo de la cocina. Por eso, saber en qué se diferencian unas de otras puede resultar interesante para definir su utilización, así que no dejes de leer porque aquí encontrarás todo lo que necesitas saber para entenderlo.
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Muchas veces, por error, consideramos la salsa blanca y la bechamel como la misma siendo que si bien son parecidas, hay algunas diferencias significativas. Así, mientras la salsa blanca se prepara con agua y roux (mantequilla y harina), la salsa bechamel se hace con leche y roux. Para todos quienes no lo saben, el roux es una mezcla de harina y mantequilla que se prepara antes de la preparación misma de la salsa y aunque en la actualidad su uso ha mermado, sigue siendo popular.
La salsa velouté en tanto, lleva los mismos ingredientes, vale decir el roux, pero se le adiciona además un caldo de ave, carne o verduras según sea el caso. Por último, la salsa alemana es un tipo de salsa velouté que es muy útil para las carnes y tiene variantes para el pescado.
Receta:
Esta receta es para la salsa blanca, bechamel y velouté, sólo varían en el componente líquido.
Ingredientes:
- 50 gr de manteca o mantequilla
- 500 ml de agua, leche o fondo de ave, carne o pescado según el caso particular
- 50 gr de harina
- Nuez moscada
- Sal y pimienta
Preparación:
- Derrita la manteca en una olla grande y cuando esté completamente derretida agregue harina y déjela cocer mezclando suavemente con una cuchara de madera durante un par de minutos.
- Cuando esta preparación ya esté lista, agregue el agua, leche o caldo según el caso y dilúyalo revolviendo bien.
- Esa preparación se debe dejar cocer durante 10 o 12 minutos y sazonar con sal y nuez moscada.
Fuente: Cocina Gourmet