Uno de los grandes secretos de los vegetarianos y veganos son los germinados de girasol, estas aparentemente simples “hierbitas” están llenas de propiedades súper benéficas, sobre todo para las personas como yo que padecemos hipoglucemia, ya que ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre. También son ricos en vitamina B y D, fósforo, hierro, fluor, yodo y potasio, y tienen propiedades diuréticas.
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Pero antes de explicar más sobre esta maravilla, debemos irnos al principio ¿Qué es un germinado? El germen de las semillas es una planta rudimentaria, que está en estado de vida latente y espera encontrar condiciones de vida óptimas para poder desarrollarse, en el momento en que estas se presentan, se inicia el proceso de germinación, que es un proceso en el cual la el germen, pasa de la vida latente a la vida activa, esto quiere decir, que surge un brote y empieza a crecer la nueva planta.
Nutricionalmente los germinados son lo mejor que podemos encontrar, contienen hormonas de crecimiento y proteínas de gran valor biológico, al ser un alimento de fácil digestión, y con alto contenido de enzimas, ayudan al cuerpo a regenerarse, ya que no necesita utilizar mucha energía para digerirlos y puede emplearla para sanarse a si mismo.
¿Cómo comerlo?
Debes comerlo crudo, de preferencia en ensalada, aquí una sencilla receta.
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Ingredientes
- Un manojo de espinacas
- Un manojo de germinado de girasol
- 3 rodajas de queso de cabra
- 1/2 pepino
- 2 cucharadas de aceite de aguacate
- 2 cucharadas de vinagre de sidra de manzana
Preparación
Desinfecta el germinado y la espinaca, escúrrelos y córtalos en pedazos medianos, corta el pepino en cubos y el queso de cabra en rodajas de 1 cm de grosor, acomoda en un platón, sirve acompañado de la mezcla de vinagre de sidra de manzana y aceite de aguacate.
¿Dónde comprarlo?
Puedes encontrarlo en The Green Corner, a $20 la cajita, consulta aquí todas sus sucursales
