Si no tuviéramos como antecedente que las cosas se logran gracias a la participación ciudadana, el mecanismo de protesta ya se hubiese extinguido. Al encontrar en la ley un discurso de poder bastante impermeable a las demandas y necesidades lógicas de un pueblo, es la manifestación la única encargada de interferir en las estructuras y modificarlas para conseguir por fin el manoseado “bien común”.
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En este marco se encuentra la Marcha por el Agua, que congregará en La Moneda a quienes vienen caminando desde el norte y el sur, este 22 de abril, Día de la Tierra, a la cual se le ha usurpado mediante el Código de Aguas (fijado con “fuerza de ley” en 1981) convirtiéndola en una mercancía que puede entubarse desde el nacimiento del río para desviarse hacia terrenos agrícolas, acopiarse para venderse como agua potable por las sanitarias privadas y haciendo represas de todo tipo lo que en definitiva, cambia su destino como río y el de todo el territorio que se beneficia con su vital paso.
Por otro lado está la destrucción de los glaciares a causa de las faenas mineras y su contaminación, cuestión que afecta nuestras reservas y construye un panorama apocalíptico cada vez más frecuente en las comunidades de este país. Ya lo vimos con Barrick Gold y su tremendo impacto en el Valle del Huasco.
Hay otras campañas como la polémica e ingeniosa que muestra la imposibilidad de Jesús para caminar sobre el agua “privada” o la que veremos a continuación donde varios artistas se han plegado al llamado de defensa y recuperación del vital elemento:
Los Tetas
Gepe
Anita Tijoux
Bailarines del Ballet Nacional
Espacio de Arte Nimiku
Juanito Gronemeyer de Chico Trujillo y La Floripondio
Pancho Sazo de Congreso
Puedes enterarte de todo en Twitter @defensadelagua – @marcha22deabril
Fuente: Por la Recuperación y Defensa del Agua (Blog de la Marcha)