El epazote ha estado presente en la comida mexicana desde hace muchos muchos años, su nombre proviene del nahuatl epaztl (zorrillo) y zotli (hierba), aunque otros dicen que significa “Sudor hediondo”. Cualquiera que lo haya comido sabe que este nombre le queda como anillo al dedo. Su fuerte y característico olor y sabor, hacen que se quede grabado en tu memoria, tal como si fuera un zorrillo vegetal.
Este menospreciado ingrediente mexicano forma parte fundamental de la comida que nos hace felices a todos, como esquites, quesadillas de hongos y frijoles, intenten comerse alguno de estos platillos preparados sin epazote y verán que instantáneamente harán cara de fuchi y comenzarán a buscar el saborcito faltante.
Pero el epazote es más que un simple condimento, tiene muchas propiedades benéficas para los humanos, ayuda a eliminar parásitos intestinales, cura la diarrea y según dicen los que saben hasta la histeria y ansiedad eran tratada con esta hierba por nuestras abuelas mexicanas. Aunque sin duda su principal y más útil propiedad es la de evitar los gases ¡Por eso la usan para preparar frijoles! Pero cuidado, grandes cantidades de esta hierba resultan tóxicas, llegando incluso a producir la muerte si se consume su aceite puro, usado moderación en infusiones y para cocinar no tendrás ningún problema.
Si quieres conseguir epazote lo encuentras en cualquier mercado y supermercado, ahí reposando feliz junto al cilantro y perejil. Puedes identificarlo por su color verde, llegando a presentar vetas violetas, tiene hojas largas y un intenso y amargo olor, en cuanto te lo lleves a la nariz empezarán a llegar a tu mente recuerdos de calditos de hongos y frijolitos negros.
¿Cómo prepararlo?
La mejor manera de prepararlo sin muchas complicaciones es haciendo una quesadilla, simplemente pon a calentar una tortilla de maíz, agrégale queso Oaxaca, unas hojitas de epazote y a disfrutar.