Pocos saben que el subsuelo santiaguino esconde una riqueza incalculable, en este caso se trata de napas subterráneas que están ubicadas bajo la Vega Central, la Posta, el cementerio y hasta bajo el Estadio Santa Laura. Uno de aquellos acuíferos, precisamente uno que está ubicado bajo el edificio de Banco Estado en Morandé con Alameda, fue bien aprovechado por sus dueños, quienes ocuparon sus aguas para la construcción de su edificio en 1950 y fue tanto su entusiasmo con la napa que Agustín Pinto Durán, Gerente de la época pidió tener la concesión al Ministerio de Obras Públicas, logrando un acceso indefinido al suministro.
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“Las bombas de los pozos sacan el agua y la inyectan a los dos estanques ubicados en el techo del edificio. De ahí se repartía hacia abajo. El agua seguía un estricto protocolo de cloración y se sacaban muestras cada tres meses para verificar su pureza”, explica Jorge Prieto, jefe de Taller de las Calderas Sanitarias. Esta napa llegó a tener un rendimiento de 40 mil litros de agua por segundo.
Sin embargo, los movimientos de tierra subterráneos, en específico las excavaciones realizadas para la construcción de las líneas del metro han desviado el cause, por lo que se tuvo que recurrir a perforaciones más profundas para mantener el caudal. Hasta 2006 se mantuvo en funcionamiento y en estos momentos se encuentra en reparaciones para recuperar su rendimiento.
Pero esto no es todo, se cree que tan sólo en el centro de Santiago se encuentran 50 napas subterráneas, las que son alimentadas por el río Mapocho y también por la filtración de las redes de agua potable. “Parte del agua de tuberías se pierde y se filtra, recargando el acuífero que se extiende desde el estero Las Cruces en Quilicura hasta el Zanjón de la Aguada”, afirma el geólogo Sergio Iriarte.
Las aguas de estas napas sólo alimentan a empresas privadas y estatales, pero se podría transformar en una gran alternativa para la región, sobre todo después de lo sucedido en los últimos meses con los problemas de abastecimiento y cortos de agua prolongados. ¿Qué opinan?
Fuente: Los desconocidos pozos de agua subterráneos del centro de Santiago (La Tercera)