Si hay en algo en lo que todo el mundo coincide es que la cebolla confitada o caramelizada es uno de los básicos de la cocina que más adeptos tiene. Y es que, quien no ha hecho el típico aperitivo de queso de cabra y cebolla, o quien no la ha utilizado para sus perritos calientes, o incluso para acompañar arroces (en pequeñas cantidades).
Una forma de hacer esta cebolla es la que os contamos hoy, es muy fácil de hacer y queda como si fuese una mermelada de cebolla. Un toque realmente rico, en especial si la hacemos con una rica y aromática miel. A continuación todos los pasos.
Ingredientes
- 1 kg de cebolla
- 100 g de mantequilla
- 100 g de azúcar
- 100 g de miel
- Tartaletas, pan, etc
Elaboración de la cebolla confitada
Empezamos pelando las cebollas y las cortamos por la mitad para cortarlas en juliana fina. La reservamos una vez que esté toda cortada.
Por otro lado, en una sartén o cazuela baja, derretimos la mantequilla y rehogamos la cebolla a fuego suave hasta que esté blanda. No tendría que coger color.
Después añadiremos el azúcar y mezclamos bien hasta que empecemos a ver que se dora. Por último añadimos la miel y damos un hervor.
Consejos y sugerencias
Un truco para que la cebolla se ablande antes es añadirle un poco de sal y tapar la cazuela. De esa forma suda y se ablanda antes. Por otro lado una vez que tengamos la cebolla confitada la podemos conservar en la nevera y usar como aperitivo para acompañar muchas elaboraciones o simplemente pequeños aperitivos.