Cuando se mira el cielo estrellado sólo se logra distinguir una pequeña parte de lo que realmente hay ahí. Las estrellas conocidas como enanas rojas constituyen casi el 75% de todas las estrellas de la Vía Láctea, a pesar de ser invisibles al ojo humano. Dado su predominio, los astrónomos y astrobiólogos están interesados en aprender más acerca de estas pequeñas y frías estrellas; sobretodo su potencial para albergar planetas habitables.
Una nueva investigación del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics ofrece algunas pistas y sugiere que hasta un 6% de las enanas rojas pueden albergar planetas similares en tamaño a la Tierra en sus zonas habitables, cálculo que eleva el número total de posibles “Tierras” en la galaxia a 4.500 millones.
Para completar el estudio llamado “Small Planets Around Small Stars“, los astrónomos Courtney Dressing y David Charbonneau tomaron datos de telescopio espacial Kepler de la NASA y analizaron el catálogo de 158.000 estrellas objetivo. Los científicos buscaban aislar la mayor cantidad posible de enanas rojas, análisis que en última instancia condujo a la preselección de 3.897 candidatos, todos con temperaturas por debajo de los 4.000 K (3.726 grados Celsius o 6.740 grados Fahrenheit). Para que te hagas una idea, la temperatura de nuestro Sol es cercana a los 5.800 K, unos 5.526 grados Celsius.
De forma curiosa, el análisis mostró que las enanas rojas eran más pequeñas y frías de lo que se suponía. De las 3.897 preselecciones, los investigadores identificaron 64 enanas rojas que albergaban 95 planetas, una muestra que incluyó tres planetas de tamaño similar a la Tierra situados dentro de una zona habitable.
La zona habitable de una enana roja está muy lejos de lo que vemos en nuestro sistema solar. Las enanas rojas son estrellas pequeñas, de un tercio del tamaño de nuestro Sol y su brillo es débil (aproximadamente una milésima parte del brillo del Sol), por lo que tienen una Goldilocks Zone, región del espacio en la cual un planeta está a la distancia justa de su estrella para que su superficie no sea ni muy caliente ni muy fría, mucho más cercana.
En consecuencia, cualquier planeta, similar o no a la Tierra, estará sujeto a mayores tasas de llamaradas solares, además de un aumento de la vulnerabilidad a los impactos.
Dressing y Charbonneau descubrieron que el 60% de las enanas rojas tienen planetas más pequeños que Neptuno, la mayoría de los cuales son súper-Tierras (planetas más grandes que la Tierra, por lo tanto no se los considera parecidos a la Tierra). Estas súper-Tierras se describen de manera más acertada como mini-Neptunos, planetas terrestres rodeados de una espesa, profunda y sofocante capa de hidrógeno.
Sin embargo, de interés para los astrónomos fue el descubrimiento de que el 6% de todas las enanas rojas tienen un planeta parecido a la Tierra dentro de su zona habitable. Y por “parecido a la Tierra” me refiero a un cuerpo rocoso de tamaño similar, con un clima templado potencial (que permitiría la presencia de agua en estado líquido, entre otras cosas).
Puedes leer el estudio completo acá [PDF]
Fuente: 4.5 Billion Potentially Habitable Planets May Orbit Red Dwarfs In Our Galaxy (io9.com)