La creencia es que los animales no pueden reconocerse ante un espejo. No obstante los delfines sí pueden hacerlo, pues cuentan con un conjunto de cualidades emocionales e intelectuales que les hacen construir una personalidad. Es por eso que expertos en filosofía, conservación y comportamiento de los delfines, quieren lograr como fin último una “Declaración de los derechos de los cetáceos”, para que sean reconocidos como “personas no humanas“.
Un experimento a cargo del camarógrafo Xavier Hubert Brierre, consistente en colocar un gran espejo al lado de un camino de la hermosa localidad de Nyonié en Gabón, África.
Fue ahí donde un par de hermosos leopardos quedaron presos de su imagen, jugueteando frente a ese vacío que sugiere una verdad paralela y donde muchos de nosotros caemos rendidos cual Narciso o presos de una introspección retrospectiva 😛
Parecen gozar con su estupenda figura, elegante y llena de vitalidad. ¡Quién fuera así de seguro de sí mismo!