La llaman el combinado nacional, y con razón, ya que este trago está presente en casi todas las fiestas o “carretes” de los chilenos, desde sus tempranos años de adolescencia. Este cóctel es un invento chileno a base de pisco, destilado de uvas dulces cuya elaboración es típica en Chile y Perú, y Coca-Cola, la bebida gaseosa más popular en nuestro país.
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De su origen se dicen muchas cosas, pero no se sabe oficialmente cómo nace. Una de las versiones más coherentes es la que afirma que este trago se popularizó en la década de los 70, cuando por la dictadura, las importaciones de ron disminuyeron abruptamente. Hasta entonces se tomaba mucho Cuba Libre o ron con Coca Cola y la piscola vendría a ser una adaptación, ya que a falta de ron se comenzó a ocupar el pisco.
Otras versiones dicen que con este trago se buscaba “prender” y mantener despiertos a los fiesteros, gracias a la cafeína que tiene la bebida cola, y cuyo dulzor suavizaba los 35° a 40° del pisco en el paladar.
Sea cual sea su verdadero origen, hoy la piscola está presente en cada bar que se precie de serlo y se puede probar con distintas variedades de pisco. Lo mejor en todo caso es prepararla con un pisco chileno, más bien neutro, que otro que ha reposado en barricas o un pisco peruano, más aromático.
En general, la medida es una parte de pisco y tres de Coca Cola, aunque eso queda al gusto de cada uno. Esto se sirve en un vaso largo, primero el destilado y luego la bebida y agregas unos tres hielos. Aquí el hielo es un factor importantísimo, para que la piscola quede heladita y fresca. Si quieres le puedes agregar una rodaja de limón. ¡Disfrútala!
