Recientemente David Muñoz ha dado un salto en su modelo de negocio. Para quien no lo sepa, por si queda alguien, es el Chef de DiverXO un restaurante de la capital madrileña que ostenta actualmente 2 estrellas Michelin y la máxima puntuación con 3 Soles Repsol.
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Pues bien, aunque la cocina de DiverXO ya es una cocina bastante canalla por decirlo de alguna forma, en el sentido de desenfadada, creativa, intentado jugar con sabores, texturas, apariencias, etc., ahora se lanzado al ruedo con una versión callejera de su cocina. Se trata de StreetXO y se encuentra en el espacio gourmet de El Corte Inglés de Callao, en la novena planta.
Al llegar lo que te encuentras es lo que veis en la foto. Básicamente es un espacio de cocina y una barra que rodea la propia cocina. Está totalmente abierta, no hay cristales, ni mamparas, ni nada. Allí está el equipo elegido para llevarlo, por cierto a nosotros nos atendió Rafa y fue un espectáculo del bueno. En la barra toca estar de pie, no hay taburetes y es también parte de su, digamos, puesta en escena del tipo de comida que allí se da.
Aunque siempre existe la posibilidad de ir a una zona de sillas y mesas que comparten todos los locales del espacio gourmet. Eso sí, no hay camareros que te lleven los platos, así que lo mejor es quedarse de pies y ser público del espectáculo. Los ruidos de la cocina, los aromas, el bullicio en general que hay está muy bien conseguido, y no por medios de artificio, si no porque es así realmente.
La comida es muy del sello David Muñoz con mucho sabor, mucho aroma, y mucha cocina asiática. ¡Y se come con las manos! Aunque hay cubiertos de plástico por si necesitas alguna ayuda con alguno de sus platos, aunque están muy pensados para comerlos bien con los dedos.
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Como por ejemplo este primer plato que Rafa terminar en vista de cliente, como casi todos los que sirven. Se trata de “Chilli Crab” Una especie de guiso o curry (no, no es un curry) de cangrejo con pimentón, chipotles y palo cortado. Se acompaña con unos Mantou, unos panecillos chinos que suelen hacerse al vapor y se terminan fritos. El plato está diseñado para utilizar la concha del propio cangrejo como cuchara de forma que el propio guiso ya tiene toda la carne del cangrejo. Es especialmente picante, pero soportable.
Continuamos por un Cocido Hong Kong – Madrid con tamarindo al carbón, taro y chiles escabechados. Pues bien, son una especie de empanadillas o gyoza que están muy buena. Los sabores, después de haber empezado a comer el cangrejo se entremezclan un poco y tal vez no llegamos a saborear del todo el plato. Ah, y sin foto por problemas logísticos, en este caso.
Seguimos por este otro plato, unas gambas al vapor en ajillo de pollo, mayonesa de ajo negro, arroz salvaje inflado. Por empezar con algo, la mayonesa es una espuma y tal vez haga que la concentración del sabor del ajo se disipe un poco. Por lo demás un plato rico pero algo complicado de coger con los dedos porque resbalan un poco las bolas de gambas.
Este otro es un espeto de pollo pekinés y bonito ahumado, tobiko y yogur pasión 5 especias chinas. Pues lo que viene siendo una brocheta de pollo con mucho aroma, mucha intesidad de sabor y un plato a repetir un par de veces si tienes sitio.
Para terminar, un Sandwich Club, un pan frito relleno de carne acompañad de cebolletas, hierbas aromáticas y huevos de codorniz a la plancha además de Shichimi Togarashi por encima. Estaba fuera de carta y la verdad que debería ser uno de los fijos. Es realmente sabroso, fresco, rico, jugoso…
Por cierto, pedimos sugerencia para beber y tal vez es la única parte que StreetXO flojea un poco. Nos ofrecieron vino, y sinceramente creo que este tipo de comida pega más con una rica y refrescante cerveza. Tendrían que ir por ese camino y adoptar alguna que sea interesante.
La carta de StreetXO tiene normalmente unos 6 platos fijos aunque van cambiando el función de nuevas propuestas y de la materia del mercado. Así que la próxima vez que vayamos puede que nos encontremos con el mismo StreetXO y una carta totalmente nueva. Algo realmente divertido.
El precio, pues dos personas comimos estos platos y salimos por 74 euros. Algo caro para ser “comida callejera” pero toda una buena experiencia que lo vale. Además, comimos mucho.