En su oficina del Instituto de Desarrollo del Medio Ambiente se sienta apaciblemente María Isabel Manzur, creadora y ex directora de la carrera Agricultura Orgánica. Esta mujer con buen sentido del humor, bióloga de profesión y con un doctorado en zoología en la Universidad de Liverpool, es además la directora de la Fundación Sociedades Sustentables. Y a pesar de su apariencia pacífica y relajada, está dando una batalla silenciosa e importantísima por conservar la riqueza alimentaria de Chile y de nuestras semillas tradicionales.
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Apoyada por fondos internacionales, Isabel desarrolló el Catálogo de Semillas Tradicionales Chilenas, una investigación que recopila más de 700 semillas originarias y las pone a disposición de todo aquel que las quiera cultivar, con su foto, una descripción, sus usos y el contacto de su guardador.
Claro que este trabajo –que duró casi dos años- no lo hizo sola, sino con la ayuda de varias organizaciones ligadas al tema agrícola –como el Centro de Educación y Tecnología de Yumbel -que se encargan de preservar nuestras semillas tradicionales. La información la fueron recopilando de a poco, consultando a guardadores de semillas y asistiendo a varios intercambios de éstas, en Arica-Parinacota, la Cuarta Región, Valparaíso, la Región Metropolitana, la Octava región, Osorno, Yumbel, etc.
El producto final es un catálogo digital, que está en línea a disposición de todo el mundo y que contiene 702 tipos de semillas, de las cuales hay 507 hortalizas, 108 cereales, 37 frutales, 31 tubérculos y también 19 hierbas aromáticas, la mayoría tradicionales y también algunas introducidas que utilizan los agricultores chilenos. Sobre este trabajo y la importancia de difundir y preservar nuestra riqueza alimentaria hablamos con María Isabel Manzur.
-Sabrosía: ¿Cómo surge la idea de hacer este catálogo de semillas tradicionales y cuál es su objetivo?
-María Isabel Manzur: Surge de una inquietud mía porque hay muchas semillas que están desaparecidas. Me acuerdo que cuando niña yo comía unos tomates, damascos o algunos duraznos, que ahora cada vez se ven menos. Entonces me pregunté, ¿cómo conseguir esa semilla, dónde está, quién la tiene? Y claro, uno sabe que hay gente por ahí que las tiene, pero no tiene acceso a esa información.
Entonces la idea era poder primero apoyar la conservación de nuestras semillas antiguas, nuestras semillas tradicionales. ¿Y cómo hacerlo? Contactando a la gente que tiene semillas con los que necesitan usarlas. Y además, el objetivo es difundir la riqueza de nuestro patrimonio de semillas tradicionales, que es muy amplia, muy bonita, muy valiosa y muy desconocida.
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-S: Y en esta investigación, ¿descubrieron o redescubrieron algunas semillas antiguas?
-MIM: Obvio que sí, descubrimos muchas cosas muy interesantes. Las variedades de porotos, tomates, arvejas, ajíes y papas que este país tiene son extraordinarias. Chile es centro de diversificación de porotos y de maíz. Yo ya había catastrado los maíces porque tengo un libro sobre ellos, pero lo de los porotos fue extraordinario. Hay blancos, azules, rojos, amarillos, negros, morados, porotos de todos colores- algunos parecen que estuvieran pintados-, porotos bayos, pallares de todo tipo, porotos bombero negro y blanco, que tienen como un casco. Esos que nadie los conoce, nadie los ha comido, nadie sabe nada.
-S: También decías que descubrieron muchos tipos de tomates…
-MIM: Sí, y eso que comemos casi un solo tipo, ese Rocky espantoso -el típico del supermercado- y mira la variedad que hay. De hecho Chile junto con Peru es centro de origen del tomate. ¿Sabías que existían los tomates amarillos? Hay tomate araña, tomate calace –que es autóctono-, cherry chico, mediano, está el corazón de buey, alargadito como un corazón, el limachino –también chileno-, que antes se cultivaba y ahora está en manos de unos pocos que lo están tratando de rescatar. Hay mucha variedad que está dando vueltas.
-S: ¿Cuál es la importancia y la relevancia de conservar estas semillas?
-MIM: Esto es un patrimonio chileno y de la humanidad también. Cada semilla es el producto de 12 mil años de trabajo de comunidades agrícolas y rurales indígenas y locales para crear y mantener esta variedad que nosotros tenemos hoy. Hay una mano humana que fue seleccionando, cultivando, hasta llegar a las variedades que tenemos. Entonces, cuando perdemos una variedad perdemos miles de años de trabajo de agricultores para crear, mantener y usar esto. Esto es como un regalo que ellos nos dan.
Además, la conservación de estas semillas nos permite mantener nuestra soberanía y seguridad alimentaria. Porque estas semillas primero nos permiten mantener nuestra dieta tradicional –la de la cazuela, las humitas, los porotos con rienda- y escoger nuestros propios alimentos. De manera que tenemos un tipo de alimento para cada preparación, por ejemplo, la papa o el maíz para la cazuela, etc. Y a la vez, nos da seguridad alimentaria, porque teniendo variedad de semillas y especies, podemos asegurar la cosecha y nuestra alimentación, a pesar de cómo esté el clima durante el año.
Incluso estas semillas tradicionales tienen informaciones genéticas que nos permiten combatir los efectos del cambio climático con genes específicos. Por ejemplo, muchas de ellas son resistentes a sequía o a distintas plagas. Por lo tanto tenemos que guardar esas variedades. Hay maíces que dan con un solo riego, ¡imagínate! Entonces claro que te conviene tener las semillas. Si ese año no llovió, tu siembras las variedades que son resistentes a sequia, y si tienes mucha humedad, usas las que no se pudren, que son resistentes a hongos. Toda esa diversidad la tenemos y eso es lo que hay que saber.
-S: ¿Cómo ha sido recibido el catálogo?
-MIM: Ha servido mucho, la gente está pidiendo muchas semillas. A mí me piden siempre. Yo me puse de guardadora de las cosas del norte y me llaman que quieren tumbos, caigua, etc. ¡La gente está muy interesada! Incluso de España me han pedido semillas. Mucha gente me ha escrito y felicitado porque damos a conocer una diversidad y una riqueza que no estaba al acceso de la gente.
Si te interesa puedes descargar el catálogo aquí.