Si algo aprendieron los conquistadores de los pueblos aborígenes fue “comprender la Tierra” y saber que en ella hay sabiduría, medicinas y una fuente casi inagotable de alimentos. Por desgracia estas enseñanzas pasaron a ser parte de lo mítico, lo folklórico y la tierra a la que los aborígenes adoraban ha sido tratada de la manera más abusiva, a tal punto que se ha adelantado un cambio climático que nadie quería vivir en esta era.
En la actualidad, los indígenas andinos tienen su propia opinión sobre el cambio climático y no piensan quedarse de brazos cruzados. En marzo pasado en el marco de la cumbre Rio+20, la Coordinadora Andina de Organizaciones indígenas (CAOI), reunió a diferentes pueblos aborígenes del Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador en un Seminario sobre Cambio Climático que se realizó en Lima. En la oportunidad los líderes y jefes de algunos pueblos mostraron su parecer ante la situación y hasta ofrecieron soluciones.
Según concordaban los líderes andinos “en la Región Andina, tanto los gobiernos abiertamente neoliberales como los llamados alternativos o progresistas coinciden en desarrollar una política capitalista neoliberal que saquea y depreda ala Madre Tierra, vulnera los derechos humanos y colectivos de los pueblos indígenas y criminaliza a sus líderes, autoridades y dirigentes”.
A juicio de los indígenas andinos, el problema de la devastación de los recursos naturales son políticas neoliberales, presentes en todos los sectores de la política. Esta devastación esta afectando principalmente al agua, sin respetar ninguna consulta a los pueblos, a pesar de que estas son obligatorias según las leyes mundiales.
Un pueblo sin agua no puede desarrollar su agricultura, los suelos se secan y además de haber una crisis ecológica hay una alimentaria.
Los indígenas de todo Sudamérica han protestado, por los derechos de agua, que no solo se les están arrebatando a ellos, también a toda la población. La lógica de las autoridades de Chile, Perú, Bolivia, Ecuador y otras naciones es desacreditar a los líderes indígenas, acusarlos de terroristas, echarlos de sus tierras y perseguirlos hasta apresarlos, sin tomar un mínimo de atención a sus demandas.
Si hay un pueblo que conoce sobre la tierra y sus ciclos, estos son los pueblos aborígenes. Por desgracia su sabiduría no es tomada en cuenta y la ambición económica y de “progreso” es más importante que cualquier otra cosa. ¿Pero que beberemos cuando tengamos (o más bien unos pocos) todos los dedos con anillos de oro, carreteras de lujo y autos súper rápidos? Parece que a los ingenieros y economistas con prestigiosos estudios en el extranjero no les enseñaron lo básico: Para vivir bien, el agua, la tierra y los recursos deben permanecer en un perfecto equilibrio.
Los indígenas reclaman que faltan soluciones de verdad, y no esas soluciones parche tildadas de “políticas verdes” que son más un recurso publicitario que una ayuda verdadera.
Según los originarios hay que reducir de una vez la cantidad de emisiones, terminar con la extracción de minerales que no son vitales y también acabar con la deforestación.
Menos persecución y más atención es lo que solicitan los pueblos. Aunque la solución que proponen difícilmente será escuchada por las ambiciones de los mismos que manejan a quienes nos gobiernan. La única solución es que los pueblos aborígenes se unan con los mestizos para luchar juntos por lo que queremos: Que se termine con la innecesaria destrucción dela Madre Tierra y que nuestros nietos logren ver paisajes de bosques, glaciares, ríos y lagos que cada día desaparecen en nuestras narices.
Link: A 520 años del “Descubrimiento de América”
Fuente: Lo que opinan los indígenas andinos sobre el cambio climático (Cambio Climático)