Hoy es el Día mundial del pan así que he pensando que sería un buen momento para recordar, entre otras cosas, lo necesario que es el pan como alimento de primera necesidad. Una necesidad que de vez en cuando recibe ataques por parte de nutricionistas y dietistas más preocupados, por lo que se ve, en una silueta socialmente aceptable que en una nutrición real.
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Por un lado el pan es necesario porque fomenta un tipo de cultura muy diferente a la que nos ofrece otro tipo de comida, digamos que no solo la comida rápida o comida basura, si no la comida de platos preparados, de calentar y comer. Desde el mismo momento que vamos a una panadería, a una de verdad por favor, ya participamos de un tipo de cultura más rica y que hace más por nosotros como sociedad de lo que en un principio podemos creer.
El pan de verdad existe
Hoy en día es complicado de encontrar, la verdad que cada día más. Pero todavía es posible encontrar algún vestigio de una buena panadería donde el panadero sigue conservando el amor por el trabajo. Es sin duda alguna una labor que no hace millonarios y es muy sacrificada porque para que nosotros podamos tener pan, los panaderos tienen que trabajar a horas en los que los demás dormimos.
Ahí vino, para facilitar las cosas, el pan de panificadoras. Pan industrial, dustituyó a las panaderías de toda la vida. Ahora solo venden el pan que otros les distribuyen. Pero la gente recordaba lo del pan calentito, y entonces se inventaron el pan precocido y congelado. Un horno en el punto de venta y ya podéis comer ese pan caliente que curiosamente solo sabe bien mientas está caliente.
Es pan caro, no dura nada más que unas horas en perfectas condiciones. Y ahí ha venido a renacer el pan de verdad. Existe, solo tenéis que buscar en los barrios, hay panaderías de toda la vida, son complicadas de encontrar pero existen. Además, están los que siguen reviviendo día a día la esperanza de que hay aun buen pan en cada casa, los panaderos caseros. Hacen su propio pan día sí, día también.
El pan de verdad, huele, se oye y sabe. Se oye porque tiene un ruido muy peculiar al salir del horno y también al crujirlo entre las manos. Huele porque su olor es increíblemente rico. El aroma a pan es de los mejores. Y sabe, porque tiene sabor, una buena masa madre, un buen leudado, un trabajo fino y delicado.
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La importancia del pan
La composición del pan es lo que lo hace ser un alimento de primera necesidad. Se compone básicamente de hidratos de carbono dado que se hace de trigo. Y precisamente por eso el pan no engorda como muchos quieren hacer creer. O por lo menos no más que otros alimentos. Ya que tienen los mismos hidratos que tienen las frutas o las verduras, son complejos y aportan 4 kcal/gr.
Por otro lado a penas tiene grasa, en especial si compramos pan normal, sin ningún tipo de añadido. El 80% de las calorías que tiene son de sus hidratos. Además tienen vitaminas y minerales para el organismo. Entre los que se encuentran el sodio, potasio, fósforo y calcio, vitamina B.
Después tenemos muchos tipos de panes, hay panes integrales o con otros cereales y por lo tanto de esa forma sus virtudes y ventajas se pueden ampliar. Un pan integral tiene más vitaminas y minerales, por no decir lo lógico que resulta de tener más fibra.
Que sea tan rico en nutrientes lo hace un alimento indispensable en todas las dietas. Por su aporte calórico es conveniente, en el caso de querer adelgazar, simplemente reducir su consumo, pero en ningún caso debemos eliminarlo.