El tema de la energía en Chile es sumamente complejo. El mercado hace más de 30 años en Chile, tiene una concentración altísima, teniendo como actores protagónicos a Gener, Endesa y Colbún, como generadores exclusivos, que por lo demás no son capaces de dar cobertura a las necesidades, teniendo que depender constantemente de la importación de hidrocarburos.
Frente a esto personas del ambiente académico y político se unieron para redactar un documento Técnico-Parlamentario denominado “Chile Necesita una Reforma Energética” la cual trae el diagnóstico y las soluciones que fueron entregadas al Presidente de la República, Sebastian Piñera y que consiste básicamente en plantear los siguientes puntos:
- -Diversificación, descarbonización y limpieza de la matriz energética.
- – Prevención de los impactos ambientales e internalización de costos del parque existente.
- -Seguridad energética y desconcentración del mercado eléctrico.
- -Equidad en el suministro y pago por servicios eléctricos.
- -Rol activo del Estado y los ciudadanos en la formulación de la Política Energética.
Sin embargo estos esfuerzos no han sido tomados en cuenta ya que el Subsecretario de Energía, Sergio del Campo, planteo que en materia de energías renovables no convencionales (ERNC), no se seguirá el modelo europeo de subvenciones. Lo complejo del asunto es que la autoridad fue gerente de Aes Gener en su división Guacolda: una termoeléctrica en base a carbón y el actual Ministro de Energía es Jorge Bunster, ex gerente general de la Compañía de Petróleos de Chile Copec S.A. por casi dos décadas, que vendió una vez asumido en el cargo sus acciones de Enersis y Copec.
Iván Couso, Coordinador del Programa de Seguimiento Legislativo de Minería y Energía Sustentable y Protección de los Recursos Naturales, y fue Cofundador y Coordinador del Programa País de Eficiencia Energética del Ministerio de Economía durante el Gobierno de Ricardo Lagos en entrevista a Veo Verde planteo que “Somos demasiado dependientes de combustibles fósiles y esta tendencia se ha acrecentado ostensiblemente desde la década de los ochenta hasta la fecha, y esto sucede con recursos que son cada vez más caros y contaminantes, lo que de alguna manera nos obliga a tener una visión distinta hoy por hoy, que aproveche los recursos que tenemos dentro del país o en lugares cercanos a nuestro país”. Y agregó que “lo que debería haber acá es una revolución energética en donde los actores tengan injerencia para plantear planes energéticos con visión de desarrollo, y que los consumidores entiendan y estén enterados de lo que pasa y que puedan optar por una energía limpia, segura, accesible, en términos económicos y técnicos”.
Por otra parte el ecologísta estadounidense, Patrick McCully, es el actual director ejecutivo de Black Rock Solar (BRS), una ONG que construye sistemas fotovoltaicos para escuelas, municipalidades y comunidades indígenas en el estado de Nevada, señalo tajante que “en el norte de este país, existe el recurso más grande del mundo que es la energía solar, pero hasta ahora la capacidad instalada es ridícula. Ahora los costos de energía solar han bajado rápido en todo el mundo y, sin duda, es una de las energías más limpias”.
“En Chile se necesita voluntad política que solucione los problemas energéticos, donde hay un puñado de compañías que manejan el sector y el Gobierno no hace nada en la planificación de éste” sentenció de manera tajante.
Debes saber que el apremio energético no es a causa del gasto domiciliario. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el consumo de electricidad lo lidera la minería con un 34% seguido por el industrial con un 28%. Suma. Un 72% se va en el gasto de actividades productivas que cuentan con importantes subsidios y como siempre son los ciudadanos los que reciben la peor parte.
Por eso con el equipo Veo Verde creamos la siguiente infografía para que te quede muy claro qué es lo que pasa en Chile en materia energética. Esperamos que este tema incluso salga en tu mesa para que como ciudadanos podamos exigir un cambio en esta política que se arrastra desde 1982 y que ha llevado a que el 63% de la demanda sea cubierta con energías sucias: