El ajiaco chileno es una de las sopas más típicas de Chile, que por su calidad “reponedora” es consumida con gusto luego de las fiestas o celebraciones. La base de esta sopa son los restos de carne que sobraron del asado del día anterior, los que se reutiliza para hacer este delicioso caldo. Además, esta es una tradición culinaria, inscrita en las comidas que hacen economía de hogar y que no desaprovechan ningún alimento.
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Para realizarlo lo primero es partir la carne asada en tiras largas, luego cortar cebolla en plumas y papas en juliana. Después se hace un sofrito con aceite, cebolla, y se le agrega ajo y si quieres cuadritos de pimentón rojo. Luego de eso se le agrega la carne y los aliños, sal, pimienta, ají de color o paprika, orégano y si quieres una caluga de caldo de carne. Al final se agregan las papas y el agua hirviendo o si tienes preparado ya, un caldo de huesos. Se deja cocinar por 30 minutos y listo.
Cuando le falten unos minutos, se agrega unos dos huevos a la preparación o puedes servir un huevo a cada porción (pochados quedan muy ricos). El toque final se lo das espolvoreando perejil picado. También queda muy bueno con merkén arriba de las papas.
El ajiaco es delicioso y una verdadera inyección de energías y proteínas, el jugo de la carne junto con las papas hace que quedes listo para enfrentar un nuevo día, después de una noche de fiesta. Y lo mejor es que es super sano, ya sabemos que los mejores remedios son los de la comida casera.