La oficina de Greenpeace en Chile calificó esta tarde como una “tremenda victoria” para las comunidades a lo largo de Chile que están amenazadas por el crecimiento de una matriz eléctrica sin regulación que insiste en la termoelectricidad sin considerar sus negativos impactos.
Según el director de campañas de la organización medioambientalista, Samuel Leiva, “este proyecto del millonario brasileño Eike Batista, junto a la Alemana E-on, habría sido, como lo hemos venido denunciando sistemáticamente, la más grande ilegalidad dentro del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental la cual buscaba fomentar masivamente el uso del carbón como fuente energética en toda la región”.
Leiva dijo que “más allá de esta victoria judicial, nosotros seguiremos respaldamos a las comunidades, y a quienes no se dejaron amedrentar ni comprar y que nunca perdieron las esperanzas de poder paralizar contra viento y marea este nefasto proyecto” .
Greenpeace ha apoyado el movimiento contra la central Castilla, destacando el comentado despliegue de un lienzo gigante con escaladores profesionales en las oficinas de la empresa en Santiago el pasado 14 de mayo.