Dentro de las practicas humanas más nobles está el deporte. Si bien se basa en la competencia sobretodo entre naciones y entraña en el fútbol un negocio tan espurio que termina por “manchar la pelota”, es bueno para el cuerpo y por supuesto para la mente, aunque sea practicado de forma amateur, si se hace sistemáticamente. Se liberan hormonas que nos hacen sentir bienestar a contar de la media hora y nos alejan de los malos hábitos como el tabaquismo.
PUBLICIDAD
Pero la actividad física ha ido disminuyendo a medida que las sociedades han ido tecnificándose. Lejos quedaron los luchadores griegos y espartanos; los ejércitos y sus luchas cuerpo a cuerpo han sido trocadas por la industria bélica y el famoso botón. Lo mismo con nuestras practicas de ocio. Ya pocos deciden ir a jugar al tombo, al luche, a la escondida china…todo queda en el living de la casa con un par de aparatos encendidos y la imagen virtual.
Los países se han sedentarizado, y si lo pensamos es bastante lógico que el asentamiento traiga estas consecuencias. Para medir esta tendencia, recientemente un grupo multinacional de investigadores publicó en la prestigiosa revista The Lancet un estudio en que clasifica a los países según el grado de actividad promedio de sus habitantes. Y oh! sorpresa, hay una fuerte relación entre la actividad del cuerpo y la religión que se profese con el espíritu, el grado de industrialización como también al género que se pertenezca.
Los países con fanatismo religioso que maximizan la opresión femenina mantienen una tasa muy alta de sedentarismo, ya que las mujeres no pueden practicar ningún deporte. Cuántas veces te ha tocado ver con estupor esas mujeres que con burka intentan hacer algún deporte, sorteando la falta de visibilidad, la poca movilidad y las altas temperaturas.
Por otra parte, los países manufactureros con una industrialización monstruosa, o con muchos trabajadores en el área de servicios, es decir oficinistas, tienen 90% de los hombres desempeñando una actividad física mínima.
Lo otro es constatar que existe una cultura del movimiento por así decirlo, que algunos países poseen quizás antes de volverse estado-nación, de tener alguna religión oficial, o estar en el marco de un rol y estatus social, pues practican actividad física haya o no promoción y apoyo de sus respectivas autoridades e instituciones públicas.
Vía: Pijama Surf