Cuando vemos el caso Alemán, que para 2022 pretende tener apagadas todas las centrales nucleares, mientras tiene una robusta matriz energética basada en la energía solar y eólica, nos preguntamos porqué Chile, el país con mayor radiación solar sostenida en el mundo, 4 mil kilómetros de costa, vientos permanentes y un cordón de volcanes, no echa mano a este tipo de energías para frenar el terrible impacto de termoeléctricas, mega represas y el molesto importe de hidrocarburos.
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Lamentablemente las decisiones gubernamentales han sido bastante flojas y los avances a paso de tortuga. Pueden venir estadounidenses a dar clases magistrales respecto a la oportunidad chilena con la energía solar, o a ofrecer novedosos inventos basados en energía geomagmática, pero serán mirados con escepticismo e incluso molestia por quienes tienen negocios basados en las fuentes tradicionales de energía.
El Ministerio de Energía, informó sobre dos proyectos en materia de Energías Renovables No Convencionales (ERNC). Uno es de concentración solar por 50 MW en el norte y el otro es un estudio de energía marina. Pese a esta buena señal, el subsecretario de Energía, Sergio del Campo (antes alto funcionario del sector termo e hidroeléctrico) , planteo que en materia ERNC, no se seguirá el modelo europeo de subvenciones.
Además, señaló que no es interés del gobierno cambiar la ley vigente de ERNC, pero agregó que “el gobierno tiene que plantear su postura (…) pero lo que hemos dicho claramente es que vamos a impulsar la incorporación de ERNC”.
Este tipo de acciones que no tienen una intensión clara, continua retrasando la llegada de emprendimientos limpios, lo que afecta tanto en el cotidiano de la gente y sus hábitat, como en el desarrollo sustentable de todo un país.
Fuente: Energía estudia alternativas para incluir nuevas fuentes de ERNC (DF)
