Estoy en cama escribiendo este post. Estoy resfriada hace tiempo, pero ahora parece que se me vino con todos los ingredientes necesarios para sentirme incapacitada para presentarme en público. Los constantes estornudos, la secreción nasal, la tos y todo ese atado de síntomas repugnantes que molestan no solo al que lo sufre sino al entorno que convive con uno, privilegia el reposo.
Por suerte tengo a mi perrito Volvo acompañandome y sirviendo de guatero para mis pies y mis aguas que son clave en la mejoría de este desagradable estado. Tomar líquidos calientes ayuda en “botar” el resfrío. Es por eso que tanto la medicina tradicional como la creencia popular promueve la ingesta de estas bebidas calientes.
Hay varias recetas dando vuelta, las que he empleado para, además no aburrir al paladar. Las siguientes son de mi mamita Ana (tan bruja como yo) y la verdad es que me aliviaron en la infancia, tanto como ahora. Todas debes mezclarlas con agua hirviendo y dejarlas reposar a lo menos 5 minutos. Toma nota:
1. Jugo de limón, jengibre rallado, miel y propoleo más té de boldo.
2. Hojas de laurel, canela y salvia.
3. Saúco, tisana, ralladura de cuesco de palta y cocos de eucalipto. (Un arma letal para los bichos malos)
4. Piel de pomelo, menta y salvia.
5. Hojas de apio y leche.
6. Jugo de manzanas cocidas.
7. Hojas y tallos de albahaca y miel.
8. Hojas de lavanda, melisa, salvia y miel.
Los tres secretos son:
- Colocar una cebolla partida en dos en el velador o mesita al lado de la cama del enfermo.
- Haz una solución salina con té de manzanillas y utilízala para aplicarla en las fosas nasales. Así podrás descongestionarlas.
- Mastica un ajo, dejalo en la mejilla por el mayor tiempo posible y luego trágalo.
