Durante mucho tiempo se pensó que los osos polares eran descendientes recientes de los osos pardos, sólo que con el pelaje blanco y las patas palmeadas producto de una evolución reciente -digamos de unos 150.000 años.
Un nuevo estudio ha tirado por tierra estas ideas; de hecho, osos polares y pardos poseen un ancestro común, que remonta los osos polares a unos 600.000 años atrás. La investigación, publicada por la revista Science, analizó muestras de ADN (ácido desoxirribonucleico) de osos pardos, polares y negros, para así tratar de entender sus orígenes.
De acuerdo a estimaciones anteriores sobre el linaje del oso polar mediante estudios de ADN mitocondrial, el cual entrega una versión incompleta de la evolución ya que sólo se da en las hembras. En cambio, este nuevo estudio analizó 14 tramos de ADN nuclear, que proviene de ambos padres, lo que entrega un resultado más preciso.
El equipo responsable de este trabajo, con base en el Biodiversity and Climate Research Center en Frankfurt, Alemania, encontró que los osos polares son “mucho más antiguos y únicos genéticamente”, que lo pensado con anterioridad. Es más, los osos pardos y los osos polares representan linajes completamente separados.
Mientras pueda parecer extraño lo poco que se sabe sobre la línea evolutiva de un animal tan icónico, no es raro si se entiende que los osos polares viven en mares congelados y apenas hay fósiles, lo que hecho su localización muy difícil a lo largo de la historia.
Fuente: Polar Bears Aren’t Descended From Brown Bears After All (Gizmodo)