Siendo un tremendo aporte los nuevos tramos de rutas para bicicletas que no tenían continuidad, y sin querer ser una criticonsia ni troll de esta iniciativa, creo que los parques y las ciclovías en el contexto de “vida sana” nos alejan de la bicicleta como trasporte urbano.
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En los países “del primer mundo” ven en la bicicleta una aliada para combatir la congestión provocada por las decisiones de compra de miles, en este caso de Santiaguinos, que optan por una portentosa 4×4, verdaderos monster track en la vía, haciendo cada vez más peligroso y saturado el tráfico de la capital.
Este maravilloso invento debe tener un lugar privilegiado en las rutas diseñadas por Obras Públicas. Esta muy bien que la bicicultura se promueva, pero no solo como una actividad de esparcimiento, sino como una opción de transporte, ya que una bicicleta en muchos casos es un automóvil menos, y con esto, menos contaminación y congestión.
Para esto, las ciclovías nunca serán suficiente, menos si pensamos que están en un contexto de “parque” en donde se cruzan niños, y por supuesto adultos y ancianos que utilizan las ciclovías para dar sus paseos, como también personas que trotan, dificultando un ritmo homogéneo en el ciclista.
Las vías compartidas y el respeto del automovilista hacia al coraje y esfuerzo del ciclista por hacerse cargo de sus traslados, seguirá siendo el ideal para muchos que sabemos lo complejo que es trasladarse por la gran ciudad, pedaleando.
Un cambio cultural difícil de lograr. Por un lado dejar de lado la prepotencia del motor con millones de Bucéfalos de fuerza, y la temeridad excesiva de los cicliloquillos, que deben también resguardarse de un accidente, equipando la bicicleta con luces, y nosotros mismos con cascos y ropas reflectantes, que eviten cualquier tipo de excusa de parte de los automovilistas.
¿Qué opinan ustedes?
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Link: Santiago de Chile: Cuando andar en bicicleta es todo un desafío