Fue en el 1946 cuando un argentino tuvo la mala idea de introducir un gran número de castores en Tierra del Fuego, con la cruel intención de crear una industria de cuero y pieles. Aunque la idea no funcionó, medio centenar de castores escaparon del cautiverio, convirtiéndose, en poco tiempo, en una verdadera plaga.
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Los castores cortan los árboles para hacer diques y guaridas, el problema es que muchos de estos árboles no vuelven a crecer y el estancamiento de las aguas hace que se formen virus, bacterias, además de impedir que el agua llegue a otras comunidades cercanas y a los bosques, que por la sequía son presa fácil de los incendios. Por estas y otras problemáticas, los gobiernos de Chile y Argentina decidieron erradicar esta especie, en el año 2006.
Las políticas para exterminar a la especie no resultaron del todo bien. Primero, quisieron ofrecer un buen precio por la cola de estos dientones, y luego intentaron ofrecerlo como un sofisticado plato de gourmet, pero ninguna de las iniciativas dio resultado. Y es que estos roedores semiacuatícos se han apareado demasiado y abarcan un amplio territorio, que va desde la isla grande del Tierra del Fuego (Argentina), hasta las Islas Navario y Dawson en Chile. Incluso se los ha visto en las tierras continentales de Puenta Arenas y río Gallegos.
El America del Norte y Eurasia, tierras donde son originarios los castores, existen depredadores que se encargan de controlar la población del roedor, estos son: osos, lobos y linces, los cuales no habitan Tierra del Fuego. Este es uno de los factores principales por la que estos animales madereros alcanzan hoy en terreno austral, las 70 mil especies.
Más allá de la políticas que apliquen los países, existe un grave conflicto moral, entre si proteger o exterminar a las colonias de castores. Ya que por un lado están destruyendo los bosques y causando un gran daño ambiental y por otro, parece no ser justo llevar a cabo una masacre sobre un animal que llegó a Tierra del Fuego por “obra y gracia” del hombre.
Fuente: Se intenta erradicas castores en Argentina y Chile (Revista Mundo Verde)