El estado de California agregó a su lista de sustancias cancerígenas el metilimidazol, un compuesto que estaba presente en las recetas de Pepsi y Coca-Cola, marcas de bebidas de fantasía rivales, que sin embargo decidieron en concordancia, sacar este componente de su receta para no tener que advertir en los envases sobre la posibilidad de originar cáncer, a causa de su consumo.
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La razón no fue ni una pizca ética, y eso se puede advertir ante la declaración de Diana Garza-Ciarlante, representante de Coca-Cola, que señaló “aunque creemos que no hay ningún riesgo para la salud pública que justifique el cambio, pedimos a nuestros proveedores que tomasen esta medida para que nuestros productos no estuviesen sujetos a los requerimientos de una alerta científica sin fundamento”.
El metilimidazol no es un aditivo y aparece al azar en los alimentos. Uno en su propia casa podría estar creando esta sustancia que no es un aditivo. También se produce de forma sintética y se usa en la fabricación de productos farmacéuticos, hule y otros químicos. En la Pepsi y Coca-Cola se genera al darle su característico color caramelo, por lo que no se sabe muy bien cómo lograrán sacar esta sustancia definitivamente (o con qué piensan reemplazarla).
A pesar de que la representante de Coca-Cola diga que es “una alerta científica sin fundamento”, son dos años de investigación en modelos animales, analizando el efecto cancerígeno del colorante caramelo IV.
El caramelo IV se elabora con amonios y sulfitos, el cual al ser sometido a altas temperaturas genera dos subproductos: 2-metilimidazol y 4-metilimidazol. El Programa Nacional de Toxicología de Estados Unidos hizo estudios rigurosos de los efectos que tienen estos dos subproductos y encontraron claramente que el 4-metilimidazol es cancerígeno.
Fuente: Coca-Cola y Pepsi alteran sus recetas para evitar ser “riesgo de cáncer” (BBC)