Las mujeres y nuestro asalto al poder, con doble y triple jornada mediante, los complejos de la abeja reina, y nuestra paridad económica que muchas veces nos convierte en “jefas de hogar”, nos ha relevado de varias tareas domésticas, siendo esto una suerte de pago para tanta miseria que a muchas nos toda sobrellevar.
Sin embargo muchas de estar tareas tradicionalmente propias del rol femenino dentro del oikos, o espacio privado según los griegos: la casa, en resumidas cuentas, fueron dejadas de lado siendo suplantadas por la comida chatarra que se vende en las tiendas y en los kioscos.
Así los niños fueron perdiendo la salud, dado a que las madres dejaron de cocinar. Y esto no lo dice alguien enchapado a la antigua que quiere que vuelvan a ser las cosas “como dios manda” sino que un estudio científico de la Universidad de Granada en España, que ha sido publicada en la revista científica Nutrición Hospitalaria.
Lo que sucede es que la madre es la que mejor sabe qué nutrición es la que deben recibir sus hijos. Aunque esta frase también suene a cliché.
La relación entre el estado nutricional de los niños y quién prepara la comida en el hogar se logró midiendo peso, estatura e índice de masa corporal en 718 niños de entre 9 y 17 años de edad, lo que fue contrastado con su entorno familiar y sus hábitos alimenticios y de actividad física.
Otros factores de incidencia fueron el sedentarismo causado por el uso de Internet y la Televisión.
Fuente: Cuando cocina la mamá, los niños son menos obesos (Vanguardia)
