Desde 1982 de la mano de la Ley de Servicios Energéticos, tenemos una no-política energética (hasta ayer). Producto de ésta legislatura, el mercado hace más de 30 años en Chile, tiene una concentración altísima, teniendo como actores protagónicos a Gener, Endesa y Colbún, generadores exclusivos, que por lo demás, no son capaces de dar cobertura a las necesidades del país, teniendo que depender constantemente de la importación de hidrocarburos.
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Cuando existen bajas precipitaciones, dependemos el 50% de hidrocarburos en el Sistema Interconectado Central, y 100% en el Sistema Norte Grande, y Chile, por ser un país carretero, es más vulnerable energéticamente, en cuanto a las líneas de trasmisión.
Todas estas problemáticas finalmente hicieron eco en el gobierno de Sebastián Piñera, que en el día de ayer presentó el Plan Energético con 100 medidas en vías de desarrollar una política en miras de un desarrollo sustentable para 2030.
Hace tres meses, cuando el mandatario recibió la propuesta técnico parlamentaria “Chile necesita una gran reforma energética” manifestó que “hoy mismo” cambiaría el presupuesto para desarrollar las Energías Renovables no Convencionales, acabando con un sistema energético caro, inseguro, ineficiente, insustentable y amparado en un distorsionado mercado “supuestamente” competitivo. Finalmente, llegó a puerto su promesa, por lo menos en el papel.
Las cuatro directrices más importantes que guían este plan son:
- Impulso a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC)}
- Establecimiento de posibles gravámenes a las emisiones de las termoeléctricas y a la eficiencia energética
- Desarrollo del potencial hidroeléctrico, estimado en unos 20.000 MW
- Creación de una carretera eléctrica pública
Para dar lugar a estos objetivos, tendrán que ponerse en marcha 100 medidas que lo permitan y para eso deben ser aprobadas en el Congreso, pudiendo tardar más de lo que se quisiera para lograr para 2030 el cometido de desarrollo sustentable. “Sin energía limpia, económica y segura no llegaremos a ser un país desarrollado”, expresó Piñera.
La carretera eléctrica pública tendrá el aporte de privados en la inversión, mientras que el Estado se encargará de obtener los permisos y realizar expropiaciones. Lo interesante es que este modelo de línea de transmisión facilitará la conexión de pequeñas generadoras a los sistemas y las concesiones eléctricas serán perfeccionadas en miras de la desconcentración del mercado.
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El agua seguirá siendo la base de desarrollo eléctrico para Chile según este plan. De un 34% se quiere pasar a un 45% y 50%. En cuanto a las energías fósiles, el plan dice que se incorporarán instrumentos tributarios destinados a desincentivar externalidades negativas, estableciendo impuestos a las emisiones o métodos de compensación de las mismas, como bonos de carbono o las plantaciones forestales.
En cuanto a las energías renovables no convencionales (ERNC), ya se aprobó por unanimidad en la Sala del Senado con 24 votos a favor en el Congreso el proyecto que pretende aumetar el porcentaje de 10% al año 2024, a 20% a 2020. Es por eso que este Plan Energético incluye medidas que fomentan las ERNC por medio del cambio en las licitaciones de suministro, donde el Estado adjudicará subsidios para hacerlas más competitivas; la creación de una nueva institucionalidad para promover su establecimiento y estrategias diferenciadas por tecnología, con subsidios e incentivos para proyectos piloto.
La composición del SING (Sistema Interconectado del Norte Grande) es 99,6% Termoeléctrico y 0,4% hidroeléctrico. Respecto al SIC (Sistema Interconectado Central) su estructura es 44% Hidroeléctrico, 52% termoeléctrico y sólo un 4% de Energías Renovables No convencionales.
Esperamos que de verdad funcione este plan, y que los proyectos hidroeléctricos, no generen un impacto ambiental tan profundo como el que provocaría de construirse finalmente HidroAysén.
Fuente: Plan de energía incluye más de 100 medidas, énfasis hídrico y tributo a térmicas (La Tercera)