En el río Guarapiche, ubicado en la región nororiental de Venezuela, la rotura de un oleoducto de la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) causó un derrame de crudo que provocó una crisis en el suministro de agua y un grave daño al medio ambiente local.
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Según información de la Gobernación de Monagas y de la empresa pública Aguas de Monagas, la planta potabilizadora en el bajo del río Guarapiche se paralizó de forma completa debido a la contaminación causada por el derrame.
De acuerdo a las declaraciones, “un equipo multidisciplinario conformado por diversas organizaciones de la Corporación se mantiene en el sitio desde el momento que fue reportado el incidente”.
Agregaron que “de igual forma, bomberos de PDVSA, y el equipo de salud de la Industria Petrolera se apersonaron al lugar para prestar toda la colaboración necesaria, al igual que cuerpos de seguridad de la región”.
Según gerentes de PDVSA y funcionarios del Ministerio del Ambiente, gracias a la pronta atención del incidente se pudo poner bajo control la situación y no hay peligro para la población o mayor impacto ecológico, algo que no concuerda totalmente con las versiones de medioambientalistas y organizaciones ecológicas.
Se estima que el petróleo derramado avanza por el río unos 40 kilómetros cada 24 horas, lo que se traduce en que el primer día, la mancha afectó la biodiversidad de al menos 140 kilómetros.
“Lo que hay en el río Guarapiche son unos manglares muy importantes y sensibles a la contaminación. El derrame de petróleo ha sido muy grande y el gasto de saneamiento lo será aún mayor. Y el problema radica en que ése es un proceso muy lento. Si a mí me tocara recomendar algo, diría que aplicaran lo que es la bioremediación”, comentó Ferrer Véliz, ingeniero forestal y ambientalista.
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“Los manglares son ecosistemas muy sensibles porque mantienen su vida dentro del agua. Además del daño y la contaminación del río y que deriva en que no hay suministro del vital líquido en la región, los impactos recaen en la flora, la fauna y el paisaje”, agregó el ambientalista.
La economía de los pescadores locales será una de las consecuencias del derrame, no sólo por la contaminación del actual de río, sino también por la cantidad de especies que han muerto. ONGs ambientales, ecologistas y conservacionistas han solicitado al Gobierno nacional que no los ignore y tome en cuenta sus propuestas para estos casos.
Diputados opositores esperan que el informe a presentarse frente a la Asamblea Nacional pueda dar luces sobre las causas del accidente, ya que la Ley Penal del Ambiente sanciona los delitos de negligencia o impericia. Además, se planea sugerir a PDVSA una reducción de los riesgos ambientales en sus labores y un estudio sobre la antigüedad de las tuberías en las diversas plantas que opera.
Fuente: Venezuela sufre otro derrame petrolero ante la negación gubernamental (Anca24)
Foto: EPA y AVN
