Casi dos décadas han pasado de cuando asistía a un colegio de monjas argentinas, tiempo en los que escuchaba de la boca de la Hermana Magdalena, varias críticas al Kiwi, el cual por ser “transgénico” carecía de la bendición del Todopoderoso. Es así como terminó por no apetecerme nunca más, y fue muy tarde cuando me enteré que la Actinidia deliciosa, es una fruta de lo más natural proveniente del Himalayas y que fue introducida en otros lugares del orbe.
Hoy la Iglesia Católica ha dado un gran paso al aceptar los alimentos transgénicos, poniendo el foco en la superación del hambre y la pobreza. Es por eso que desde el 15 y hasta el 18 de Mayo se darán cita en el encuentro “Las plantas transgénicas para la Seguridad Alimentaria en el contexto del desarrollo” organizado por la Academia Científica del Vaticano, cerca de 40 científicos de todo el mundo quienes apoyan el cultivo de trangénicos.
Uno de los objetivos contemplados en el programa es crear una estrategia a seguir para que este tipo de alimentos sean aceptados a nivel mundial, derribando los mitos, y generando un diálogo con los gobiernos que han puesto cortapisas en la incorporación de semillas modificadas. Es decir, hará todo lo que Monsanto ha hecho hasta el momento con el fin de propagar su negocio.
Si quieres leer el documento completo generado por el Vaticano, la programación de la reunión de científicos, y los por menores de la decisión de apoyo de la Iglesia Católica a los alimentos transgénicos, pincha ACÁ