Un agricultor fue asesinado por su particular mascota, nada menos que un hipopótamo en Klerksdorp, Sudáfrica.
Mario Els, de 41 años, fue encontrado sumergido y sin vida en su granja, en una zona de 400 acres. El hombre habría encontrado la muerte la noche del sábado, gracias a los mordiscos de su mascota favorita Humphrey, quien hasta dejó mutilado el cuerpo de su amo. Cosa extraña, ya que ambos tenían una juguetona relación y Humphrey siempre demostró un gran afecto por el Señor Els.
Mario Els declaró en varias ocasiones que Humphrey era “como un hijo para él” de hecho era bien conocido en Klerksdorp por poseer mascotas exóticas y peligrosas, y por sus osados encuentros con el animal de 1.200 kilos, que no era nada manso, al contrario. Nadie se le podía acercar ya que reaccionaba en forma violenta. De hecho, hace algunos meses Humphrey atacó también a un abuelo y su nieto quienes salvaron de milagro, ayudados por Mario y huyendo gateando del lugar.
A principios de este año, Els se tomó unas fotografías con el hipopótamo que grafican claramente que había extrema confianza entre ambos. Sin embargo, es común que hombres que se rodean con animales salvajes, se sientan seguros varios años hasta que el animal inevitablemente los ataca y solo algunos tienen la suerte de poder contarlo. Mario siempre fue incomprendido por su riesgosa cercanía con animales salvajes. “Ellos piensan que sólo puede tener una relación con los perros, gatos y animales domésticos. Pero yo tengo una relación con los animales más peligrosos de África.” Sentenciaba el mismo difunto en una entrevista hecha varias semanas antes de su muerte.
La granja de Mario Els aún mantiene 20 especies diferentes de animales exóticos, como jirafas y rinocerontes, que se quedaron sin dueño.
Por otra parte, pocos se explican que habrá pasado entre Els y Humphrey. “Los paramédicos respondieron a la escena para descubrir que el hombre había sido mordido varias veces por el animal y también se había sumergido en el río durante un periodo indeterminado”, dijo JeffreyWicks.
Lo cierto es que jamás hay que subestimar la condición salvaje de un animal, por mucho que estos perezcan querernos. Los elefantes, por ejemplo, pueden pasar años amistosos y sumisos pero genéticamente sufren de fuertes jaquecas que han provocado que destruyan hasta aldeas completas en la cruda África
Fuente: Farmer gouged to death by pet hippo Humphrey who was ‘like a son to him (Daily Mail Online)
