Desde 1982 de la mano de la Ley de Servicios Energéticos, tenemos una no-política energética. Producto de ésta legislatura, el mercado hace más de 30 años en Chile, tiene una concentración altísima, teniendo como actores protagónicos a Gener, Endesa y Colbún, como generadores exclusivos, que por lo demás no son capaces de dar cobertura a las necesidades, teniendo que depender constantemente de la importación de hidrocarburos.
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Cuando existen bajas precipitaciones, dependemos el 50% de hidrocarburos en el Sistema Interconectado Central, y 100% en el Sistema Norte Grande.
Un sistema energético caro, inseguro, ineficiente, insustentable y amparado en un distorsionado mercado “supuestamente” competitivo, y los nuevos proyectos en base a carbón, o “limpios” pero con un enorme impacto sobre el medio ambiente a razón de su construcción, han llevado a un punto límite en dónde la ciudadanía ha reaccionado sentando precedentes históricos de molestia y hastío por la falta de participación en los procesos de progreso irracional que viven sus comunidades, las cuales no obtienen beneficios de esta depredación.
A todo vapor los cimientos de reformas estructurales
Es por esta crisis que se creó La Comisión Técnico-parlamentaria para la Política y Matriz Eléctrica, donde se trabajó durante 5 meses para enfrentarla, intentando remediar principalmente la falta de planificación y voluntad política, con el fin de salir de este estado en donde el bienestar de la población ha sido secundario a la hora de decidir cuáles serán las formas de obtención de energías, siendo justamente las más contaminantes y que causan más impacto en el plano social y medioambiental, las que se han escogido para parchar la constante demanda de energía para faenas extractivas en la minería.
Los 50 participantes, conformado por parlamentarios de diversas bancadas de la Comisión de Energía y Minería del Senado, académicos y técnicos, además de organizaciones civiles, con el fin de consensuar un diagnóstico, resumieron las prioridades de esta comisión, que se encuentran en el libro recientemente lanzado ” Chile necesita una Gran Reforma Energética”, en los siguientes puntos:
-Diversificación, descarbonización y limpieza de la matriz energética.
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– Prevención de los impactos ambientales e internalización de costos del parque existente.
-Seguridad energética y desconcentración del mercado eléctrico.
-Equidad en el suministro y pago por servicios eléctricos.
-Rol activo del Estado y los ciudadanos en la formulación de la Política Energética.
Es así como en el día de ayer en el Centro Cultural Palacio de la Moneda, los distintos actores en esta propuesta expusieron los planteamientos que se congregan en el documento.
Hugo Altomonte, Director División de Recursos Naturales e Infraestructura, CEPAL, se refirió en el evento a la concentración en el mercado de la generación eléctrica. Como observador de esta realidad en Chile, planteo que el principal problema radica en la racionalidad económica o rentabilidad, que no responde a una visión de “necesidad básica” de los ciudadanos.
Para poder contrarrestarlo primeramente se debería hace una separación jurídica entre el generador y el comercializador de electricidad y por sobretodo planificar una política de energías renovables no convencionales en donde exista una revaloración del aspecto ambiental y social, diversificando la matriz energética.
Raúl Sohr, Analísta político y especialista en temas de energía, se refirió a la contradicción que sufre Chile. Gasta 5 mil millones de dólares en seguridad por medio de armamentos, siendo que no hay inminencia de un conflicto en la región, y no invierte en asegurar la viabilidad energética chilena, ya que las turbulencias internacionales repercuten en el importe de hidrocarburos, lo que representa una verdadera inseguridad, y por lo tanto, el real peligro al que se ve expuesto .
Chile por ser un país carretero, es más vulnerable energéticamente. Pero siendo de esta forma, planteó el analista, no ha tenido una cosmovisión acertada en el diseño de sus ciudades, transporte y cultura. “Se importa ajo de china, siendo que en Chile existe este alimento, pues no se considera la enorme huella de carbono que este tiene”. Agregó también que el consumidor tiene que elegir entre energías sucias y limpias, saber de dónde proviene, para tener un rol decisivo en este gran cambio.
En una suerte de poética proclama, Ana Stipicic, Coordinadora Red Ciudadana Alerta Isla Riesco, en donde se comenzará a construir un proyecto carbonífero, emplazó al Estado por otorgar total libertad a las 3 empresas que mantienen la oligarquía energética en el país, y que ven en las energías sucias, o con gran impacto medio ambiental y social, un excelente negocio.
“Lo legal no es lo moral en Chile” expresó emocionada, explicando que existe un valor transable en la bolsa para absolutamente todo, pues no existe valoración de lo inmanente y trascendente de las personas y sus territorios, quienes son amedrentados y tentados a vender, y que finalmente ven desplazadas sus formas de vida sencillas y limpias, sacrificando su calidad y su integridad a causa de esta depredación. Enfatizó su llamado a los legisladores, empresarios, al Presidente de la República, y a la ciudadanía a hacer conciencia de este tema “a despertar del consumo neoliberal”, pesadilla con tantas implicancias para quienes sufren en carne propia la ocupación por parte de empresas con proyectos contaminantes en sus territorios.
¿Qué dice el público?
Finalmente los auditores pudieron preguntarles a parte los senadores asistentes, parte de la comisión: Antonio Horvath (oficialismo) representante de la región de Aysén e Isabel Allende (Partido Socialista) representante de la región de Atacama, ambas zonas con la problemática energética mayormente concentrada. Principalmente aludieron a los bajos royalty o impuestos a la explotación de recursos naturales, la deficiencia en los derechos de agua, proponiendo la soberanización del país por medio de la nacionalización de la tierra y el agua, además de generar mapas de desarrollo en relación a las actividades económicas que ahí se ejercen. “No es posible que se deprede la quinta, octava y séptimas regiones, las cuales otorgan el mayor porcentaje de energía, para que ésta sea ocupada en la minería, que además no reporta ganancias producto del bajo royalty, que no es aprovechado para hacer verdadera inversión social”, manifestaba uno de los asistentes.
La parlamentaria Allende, se refirió al proyecto congelado de Bachelet de nacionalización del agua y revisión a las concesiones gratuitas, que no fue discutido en el congreso por mandato del actual gobierno. Reconoció una falta de voluntad política y una ausencia total de planificación ya que en lo que va de el gobierno de Piñera, 4 ministros han ocupado la cartera de energía.
Horvath, por su parte, enfatizó la importancia de que los ciudadanos sean protagonistas de su desarrollo, realizando una planificación estratégica vinculante, en donde la sustentabilidad sea el foco. En cuanto al agua plantea que ya está definido el caudal ambiental, recreativo y la medición de impacto en los glaciares, además de la zonificación del borde costero. Sólo queda fiscalizar constantemente. Las reformas, dijo, se harán efectivas “peleando la recuperación de los caudales, cuenca a cuenta y cota a cota” evitando de esta forma que se inunde el territorio como lo que ya está aprobado en la Patagonia con el proyecto HidroAysén.
Carlos Cantero, Presidente de La Comisión Técnico-parlamentaria para la Política y Matriz Eléctrica, y Senador independiente dio las palabras finales refiriéndose a la constante tensión mercado-estado y en la necesidad de un cambio de paradigma. Calificó este esfuerzo como una avance en cuanto a la representatibidad por medio de la transversalidad de los actores en diálogo, para que se cautele el bien común, pues como advirtió “existe un calentamiento global” a la manera de rabia, hartazgo. “En el sentido de que la gente está aburrida, caliente, por el exceso de lucro y total carencia de respeto por las personas, que en zonas explotadas y contaminadas, por ejemplo, han triplicado sus niveles de cáncer”. Felicitó a Sara Larraín , por su labor dentro de la comisión y su incansable trabajo que ha entregado las bases para un proceso, que si cuenta con superávit de energías positivas y potencia.