El Ministerio del Interior español nuevamente ha decretado un estado de emergencia en la Isla de El Hierro (Canarias) debido a los cambios que se han producido en la erupción volcánica submarina cerca de sus costas. Los habitantes de La Restinga han vuelto a ser desalojados por varios días por la cercanía de la erupción, y aunque desde el 21 de octubre pueden pernoctar en sus hogares, muchos decidieron no regresar.
Quienes si lo habían hecho han estado en alerta desde las cinco de la madrugada del jueves 3 de noviembre producto de fuertes vibraciones que, en opinión de expertos, se asocian a una dinámica de pulsos discontinuos en la señal de temblor, indicadora de la erupción volcánica.
La isla de El Hierro ha soportado entre la medianoche y las nueve de la mañana alrededor de 20 temblores de tierra, aunque sus magnitudes apenas han bordeado los 3 grados y todos se han localizado entre 15 a 25 kilómetros de profundidad.
De todas formas las autoridades canarias han descartado una nueva evacuación y los pocos residentes y turistas en La Restinga han comenzado a hacer preparativos para partir por su cuenta.
En el intertanto, el buque oceanográfico “Ramon Margalef” comenzó la tercera fase de su campaña en El Hierro, en la que sacará muestras para conocer las características físicas y químicas de la erupción, así como el desplazamiento de la masa de agua que ésta ha provocado.
El jefe de campaña del buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Francisco Sánchez, detalla así los planes de la expedición a su cargo: en la primera fase, que comenzó el 23 de octubre, hubo un estudio geofísico de los fondos marinos a través de una sonda multihaz que permitió, en la segunda etapa, realizar la topografía de la zona donde se halló el foco del volcán.
La tercera fase se extenderá por seis días y llevará a bordo científicos especializados en química del agua y física oceanográfica, par así poder conocer las características físicas, químicas, temperatura, salinidad, nivel de oxigeno, además del desplazamiento de agua y los sólidos que arrastra.
Gracias a esta información se podrán completar los datos proporcionados por satélites, que sólo son capaces de detectar el desplazamiento de la masa de agua a nivel de superficie. El buque “Ramon Margalef” puede analizar corrientes de hasta 300 o 500 metros de profundidad, y así permitir la obtención de modelos numéricos para realizar mapas de corrientes y conocer la distribución de las variables ambientales a lo largo de toda la capa de agua.
Fuente: Interior alerta al comité de riesgo volcánico por la situación en El Hierro (Periodismo Alternativo)