El colibrí es un ave muy presente en la cultura y misticismo precolombino en Sudamérica. Comúnmente se asocia a la felicidad; cuando uno los ve, se esta conectado con la alegría y energía del cosmos. Hace muy poco pude observar a una familia de estos ejemplares, en una bella jornada en la costa y de verdad todos los que presenciamos el glorioso avistamiento, quedamos contentos y admirados del prodigio de la naturaleza.
Después de aquello uno se pregunta si habrá algo más sutil y hermoso.
Pues bien, gracias al acierto fotográfico realizado por Marlin, de quince años, en un parque en Staunton, Virginia, pudo ser fotografiado un colibrí albino. Y no es por sobrevalorarlo, pero por su compleja constitución, el inusual color rosa de sus ojos, pico y patas, causados por vasos sanguíneos expuestos debido a la falta de melanina – una sustancia química normalmente que da a sus plumas de color- es extremadamente escaso, sumado a eso, por su visibilidad, es blanco perfecto de depredadores, por lo cual es más dificil aún su avistamiento.
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