El proceso de transformación y maduración de salmones juveniles, que luego les permite su paso del agua dulce al mar, se conoce como smoltificación. Esta etapa tan fundamental en la salmonicultura chilena (y mundial) se ha realizado durante años en piscinas que se encuentran instaladas en ríos, lagos y estuarios. Sin embargo, según se cuenta hoy en el diario El Mercurio, esta situación debera comenzar a modificarse.
¿La razón? Un panel de expertos salmoneros -conformado por el Gobierno el pasado mes de febrero- recomendó que la smoltificación se realice en piscinas instaladas en tierra. Esto, como medida paliativa para evitar la aparición del virus ISA (Anemia Infecciosa del Salmón) en ríos, lagos y -sobre todo- estuarios; lo cual -dicen los expertos- es altamente probable que suceda si se lleva a cabo este proceso de maduración de los salmones en esos lugares.
Según cuenta El Mercurio, varias empresas salmoneras se han manifestado en contra de esta medida, aduciendo entre otros problemas el alto costo que les significaría cumplir con esta posible nueva normativa. De hecho, según un informe de la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) que se cita en la nota, “el trapaso de 56 centros de smoltificación a tierra, que hoy se encuentran ubicados en ríos, lagos y estuarios, costaría cerca de US$336 millones”.
Habrá que esperar para comprobar el grado de aceptación que tenga esta recomendación del panel de expertos en la industria salmonera chilena.