Lamentablemente, en algunos países del mundo todavía existe la caza deportiva de animales salvajes. La triste muerte del animal no tiene más sentido que el asesinarlo, y su cadáver muchas veces termina colgado de una pared, o sus colmillos o cuernos vendidos en el mercado negro. Hace unas semanas vimos cómo quemaban varias toneladas de marfil quitado a elefantes, y hay incluso empresarios chilenos que participan de estas cazas.
Muchas veces la caza es una dicotomía a nivel país. En Sudáfrica, por ejemplo, la caza de animales salvajes es parte del turismo, uno de los principales servicios del país, pero la matanza ha provocado una merma en la población de animales, por lo que justamente bajan las entradas de dinero. En todo caso, la caza turística o recreativa está controlada, el asesinato indiscriminado lo hacen en su mayoría cazadores furtivos que buscan vender los colmillos o cuernos.
Lo que ha hecho noticia son las declaraciones de Edna Molewa, la ministra del Medio Ambiente sudafricana, quien dijo que han pensado incluso en dejar a los rinocerontes sin cuerno, para que los cazadores furtivos no puedan hacer dinero en el mercado negro con la muerte de los estos animales. Cada cuerno de rinoceronte se puede vender en uno 9100 dólares, más de 4 millones de pesos chilenos.
En los ocho meses de este año, más de 218 rinocerontes han sido muertos de forma ilegal en Sudáfrica, y los cazados dentro del Parque Nacional Kruger, uno de las más grandes del país, han aumentado de 146 el año pasado a 169 en este. Otra de las medidas que Molewa quiere implementar es una moratoria a los permisos de caza, habiéndose entregado 143 en este año.
De las 155 personas que han sido arrestadas por cazar o intentar cazar rinocerontes, muy pocas han sido debidamente juzgadas y el gobierno está buscando cómo detener la caza, lo que es loable, pero cortarle el cuerno a los animales es como castigarlos por ser cazados. La fiscalización eficiente podría ser una forma mucho más humana de proteger a los rinocerontes.
Vía timeslive.co.za