El desierto de Atacama, en la segunda región de Chile, es una zona privilegiada para la instalación de este tipo de energía porque de los 365 días del año, 360 están despejados y con mucho sol. La radiación es horizontal y está en torno a los 7 KWHr/m2día.
El proyecto Calama Solar I comenzó hace un año, cuando SolarPack, empresa española, eligió a esta zona con alto potencial de energía renovable. Pero la construcción no podía empezar hasta que la COREMA (Comisión Regional de Medio Ambiente) diera la autorización. Eso sucedió en enero pasado, así es que la construcción parte el primer trimestre de este año y tardará entre seis y nueve meses.
Será la primera planta solar fotovoltaica de Sudamérica y la primera, a nivel mundial, que se conectará a la red sin ningún subsidio. Contará con 133.056 paneles solares agrupados en 24 paneles y la potencia será de 9 MW de generación. Estará a 3,5 kilómetros de Calama, en el camino que va hacia el pueblo de Chiu-Chiu, en un terreno de 56 hectáreas entregado en concesión por Bienes Nacionales. La planta tendrá una vida útil de 25 a 35 años y un costo de US$40 millones.