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Si bien es falsa la creencia de que en la noche no quemamos calorías por estar durmiendo y que el sólo hecho de comer de noche nos hace engordar, sí es cierto que nuestro cuerpo funciona a un ritmo más lento y debemos cuidar cuanto y cómo comemos.
Asi lo probaron investigadores de la Universidad de Pennsylvania y la Universidad de Minnesota que encontraron que el comer en la noche es un desorden común que se asocia fuertemente con el estrés y la depresión y que desencadena problemas de obesidad. A este desorden se le llama Síndrome de alimentación nocturna.
Los síntomas son comer excesivamente por las noches, llegando incluso a levantarse para comer, lo que desencadena poco apetito al levantarse y una alimentación pobre al desayuno, probando el primer bocado recién cerca del mediodía.
¿Algunos consejos?
-Nunca coma muy tarde y deje siempre un par de horas para poder descansar.
-Procure que su dieta nocturna contenga una mayor cantidad de alimentos ligeros y bajos en calorías (ensaladas, frutas, cereales, infusiones).
-Evite los carbohidratos (pan, arroz, fideos) ya que dan un aporte alto de calorías y puede que estas no sean quemadas en su totalidad, convirtiéndose en grasa y a la larga, en sobrepeso.
-Evite los condimentos fuertes, las grasas, el licor, las bebidas gaseosas y el café en exceso
-Elija porciones pequeñas.