Cada vez se avanza más en la producción y estudio de alternativas ecológicas al petróleo, y ya hemos visto que cada vez aparecen más y más fórmulas nuevas para hacer biocombustibles de distintas plantas.
Pero uno de los últimos descubrimientos, la planta jatropha, se está convirtiendo en uno de los favoritos de los entendidos en el tema. Y cómo no, si esta planta originaria de América Central tiene numerosas ventajas por sobre las otras plantas empleadas en biodiesel.
Su bajo precio, su resistencia y su adaptabilidad son algunas de ellas, aquí les dejamos una lista con las increíbles características que están posicionando a esta especie como la protagonista del diesel del futuro:
- Puede crecer en tierras marginales no dedicadas al cultivo de alimentos, y recupera tierra abandonadas, improductivas e incluso las contaminadas con metales.
- Sus semillas son tóxicas y su aceite no es comestible, por lo que no competirá con la producción de alimentos.
- Se puede regar con aguas residuales.
- Ayuda al cambio climático porque una hectárea de esta planta puede captar hasta 60 toneladas de dióxido de carbono.
- Con un 40 o 50% de su aceite en el biocarburante no necesita modificaciones ni precalentamiento de la mezcla.
- La cáscara y los residuos que se generan en la extracción del aceite se pueden usar también para generar electricidad y biogás.
- Un barril de biodiésel de jatropha cuesta más o menos un tercio del crudo convencional.
- Crece en todo tipo de tierras y sobrevive a las sequías.
- Tiene propiedades antiparasitarias, por lo que no es necesario usar pesticidas.
Y como si fuera poco, la línea aére Air New Zealand ya pudo comprobar su efectividad hace unos días al realizar un exitoso vuelvo con una mezcla de biodiésel de jatropha y combustible Jet A1.
