En este segundo capítulo del tema Recolección de Semillas, tenemos al tomate. Desde la experiencia y conversaciones con expertos, vienen las recomendaciones a continuación, descrita aquí en la página de Infojardin.
Procedimiento
– Hay que escoger los tomates que más se ajusten a la normalidad dentro de su variedad; esto es, no elegir ni el más grande ni el más pequeño.
– Dejaremos esos tomates madurar más tiempo de lo normal en la planta, pero controlando que no lleguen a pudrirse. Los dejaremos un poco más que si fuésemos a comerlos.
– Una vez que ya estén muy maduros, los cosechamos y estrujamos con las manos, echando en un vaso de vidrio la pulpa y las semillas. Tenemos que tener especial cuidado en que las semillas queden completamente sumergidas en la pulpa.
– A continuación, colocaremos el vaso encima de un mueble (a esa altura hace más calor) durante 3 días.
– Durante esos días se habrá formado una capa de moho, que actúa como antibacterias.
– Pasados esos 3 días quitaremos la capa de moho, lavamos las semillas al chorro de la fuente y las colocamos en un trapo para que se sequen, pero sin ponerlas al sol.
– Cuando estén bien secas las semillas, las metemos en un bote de cristal, que debiera ser oscuro, y lo cerramos con la tapa. Si no tenemos un bote oscuro, lo podemos forrar con papel. Es muy importante que las semillas estén bien secas antes de meterlas en el bote.