No importa qué receta de galletas elijas, hay algunos secretos para hacer que queden perfectas. La temperatura del horno y de la charola son importantes, por ejemplo. También la de la masa… Aquí tienes algunos consejos generales para hacer siempre galletas de concurso, toma nota:
- La masa de galletas no debe de manejarse demasiado, lo mejor es hacerla, meterla en una bolsa de plástico, pero no hacer una bola sino un rectángulo plano y refrigerar por lo menos dos horas. De esta manera cuesta menos trabajo extenderla al momento de cortar las galletas
- Si no tienes espacio para extender la masa y cortar las galletas, haz bolitas y ponlas directamente en la charola, aplástalas con la parte de abajo de un vaso, ¡tarán!
- Corta siempre desde afuera hacia adentro, dejando lo menos posible de espacio entre una galleta y otra para que no queden muchos “retazos”, luego no los vuelvas a amasar, sólo júntalos y extiéndelos tratando de calentarlos lo menos posible con tus manos
- Usa una pala de las grandes de hotcakes para pasar las galletas de la mesa a la charola y así no se deformarán
- Si no tienes muchas charolas, ve poniendo tus galletas en papel aluminio en lo que se hornea cada tanda, así no pierdes tiempo pasándolas a la charola y ahorras gas, tiempo y esfuerzo…
- Las charolas que uses tienen que ser por lo menos 5 cm más chicas que tu horno, para que el calor circule bien todo alrededor y no sólo las cocine por debajo
- Pon siempre las galletas en charolas frías, o se extienden demasiado
- No engrases la charola a menos de que lo diga la receta, porque algunas galletas ya tienen mucha grasa y el exceso hace que se extiendan y deformen
- Siempre enfría las galletas en una rejilla para que se enfríen por abajo y por arriba al mismo tiempo, y no las encimes al hacer esto, pues aún están suaves y se deforman o rompen
- Las galletas en barra son la excepción: se deben dejar enfriar por completo en el molde
- Espera a que las galletas estén completamente frías antes de guardarlas en recipientes herméticos
- Si tienes que almacenarlas, pon en tu recipiente una rebanada de pan, esto evita que se pongan duras, de hecho si ya lo están, ponles el pan y se suavizan un poco. Cambia el pan cada dos días y así estarán frescas durante semanas! (esto también funciona para que no se ponga dura el azúcar morena)
Ahora sí, ¡Manos a la obra!