Aunque muchas veces es difícil pensar en la vida de Kate Middleton o Meghan Markle antes de entrar a la familia real inglesa, la verdad es que su vida era bastante normal.
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En el caso de la esposa del príncipe William, todos sabemos que se graduó de la universidad siendo novia del príncipe, pero eso no le impidió buscar un empleo al terminar su colegiatura.
Cuando Kate se graduó de la universidad en 2005, de inmediato volvió al trabajo en el negocio familiar. Los padres de la duquesa de Cambridge son propietarios de una tienda especializada en productos para eventos y fiestas.
Un tiempo más tarde, Middleton cambió de trabajo y se convirtió en compradora de accesorios de la importante casa Jigsaw.
En este empleo, Kate asistía en las sesiones de fotografía, hacía trabajo de oficina y ordenaba los accesorios.
Belle Robinson, co fundadora de Jigsaw, contó a The Evening Standard que Kate había dejado una buena impresión, señalando que incluso mantuvo la compostura ante el constante ataque de los paparazzis que la esperaban a diario al salir de su trabajo.
Robinson también contó que la esposa de William solía sentarse en la cocina a la hora del almuerzo y hablaba con todos, desde los choferes hasta las chicas de contabilidad.
