Dicen que “al comer y al hablar, su granito de sal”, pero no solamente. A veces tenemos en la despensa los ingredientes perfectos para solucionar algunos problemitas domésticos (lo siento, no pueden nada contra la violencia familiar) y lo único que necesitamos es aprender a utilizarlos.
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Es el caso del bicarbonato de sodio y del café, y también de la sal. Aquí te damos unos tips para que la sal te salve la vida o casi.
- Colecciona botellitas de plástico con sus tapas y media hora antes de acostarte llénalas de agua muy caliente salada. Tápalas bien y mételas entre las sabanas para que no te mueras de frío al acostarte. La sal hace que se mantengan calientes por más tiempo.
- Si vas a secar ropa en el tendedero pero hace mucho frío, ponle al agua en el que la enjuagues un puñado de sal, esto evitara que se congele.
- Para limpiar bien el mármol sin cansarte y sin gastar una fortuna, espolvoréalo de sal y agrégale leche cortada. Deja actuar varias horas y luego limpia con un trapo húmedo.
- Si hace tanto frío que se te cubren las ventanas o el parabrisas de hielo, no lo quites con agua caliente porque puedes quebrar el vidrio, pásale una esponja de agua con sal y luego seca con un trapo.
- Para limpiar los tapizados de los sillones y devolverles el color, frótalos con sal húmeda y después de media hora cepíllalos con un cepillito de cerdas suaves.
- Antes de colgar por primera vez tu cortina de la regadera remójala unas horas en agua muy salada y así evitas que se manche de humedad.
- Si tus tapetes tienen rojo o naranja, usa 1 litro de agua con dos puñados de sal para lavarlos, los colores brillan más después.
- Para limpiar una plancha un poco oxidada, caliéntala un poquito y pásale un pedacito de vela para encerarlo. Cuando se enfríe, frótala con sal de mesa y ya no se va a pegar.
- Si usaste cubiertos de plata para comer huevos, seguro se mancharon. Frótalos lo más rápido posible con sal húmeda.
- Lava tus verduras con agua salada para que los parásitos salgan huyendo.
- Antes de lavar el rodillo, espolvoréalo de sal y ruédalo sobre la mesa, la harina y la masa pegada se caen y es más fácil lavarlo.
- Para limpiar un cuchillo oxidado, dobla una hoja de periódico en cuatro y ponle sal, y úsala para frotar el cuchillo.
- Si se esta apagando el fuego de la parrilla o de la fogata, échale un puñado de sal y se vuelve a prender.
- Las velas duran más si se les pone un poquito de sal bajo la mecha.
Por último, si en vez de faltarte sal, te sobró en un platillo, no lo tienes que tirar a la basura métele una papa cruda ¡y absorbe el sabor!
¿Qué tal? ¿Qué otros usos de la sal conoces?